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Sección: Vía Correo Electrónico

Así funciona su cuerpo

Jorge Salazar García 10/04/2023

alcalorpolitico.com


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En 2 artículos anteriores se procuró dar una idea general sobre la unidad mínima de vida llamada célula, (https://insurgenciamagisterial.com/atrevase-a-conocer-su-cuerpo por cientoef por cientobf por cientobc/?swcfpc=1). De igual modo, sin explicar las razones de fondo, se recomendó beber agua, asolearse, comer verduras, y hacer ejercicio al aire libre; es decir, hacer lo que cualquier buen médico, padre o maestro recomendaría. Lamentablemente esas prácticas saludables fueron, poco a poco, sustituidas por el estilo de vida yanqui, privilegiando la comida rápida y el sedentarismo. Tan radical cambio ha causado en México pandemias de obesidad, diabetes, hipertensión, males cardiacos, impotencia, dérmicos, renales y decenas más de enfermedades padecidas, principalmente, por la clase trabajadora.

Sin duda son consecuencias de la globalidad pero de ninguna manera son inevitables ni fortuitas. Existen pruebas de ser intencionales. Enlistamos tres: A) Declarar la obesidad como enfermedad, siendo un síntoma, B) Refinar la harina, el azúcar y la sal hasta “blanquearlos”, C) Clasificar enfermedades relacionadas con la nutrición como hereditarias. De ese modo la ciencia mercenaria excluyó de responsabilidad a las industrias productoras de bebidas y comida chatarra.

Es una visión racista y clasista del mundo de los negocios promotor del consumismo de productos industrializados, (refrescos, pastas, galletas y algunas botanas llamadas snacks), con elevados contenidos de azúcar, sal y harinas y otros químicos. Esta colonización moderna masificó criminalmente las enfermedades mencionadas que ahora padecen también menores de edad. Actualmente, los polvos blancos, incluidas las drogas, diezman a los más vulnerables, como si de una reducción poblacional programada se tratara.



Al incluir en educación básica la materia “Vida Saludable”, poner etiquetado de alerta en productos chatarra y difundir anuncios gubernamentales señalando lo dañino de consumir bebidas azucaradas en exceso, es una aceptación oficial de que el país tiene un problema de salud pública. Resolverlo requiere de la participación informada del ciudadano. Por tal razón le expongo datos sobre el funcionamiento del cuerpo extraídos de las obras siguientes Biología Celular y Molecular (Gerald Karp, 2009, quinta edición); Primera Infancia: una mirada desde la neuroeducación (Anna Luisa Campos, OEA, 2010); Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo (Deepak Chopra, 2002); Biología Celular y Molecular (Luis Felipe Jiménez, Horacio Merchant, 2003), entre otras.

La primera célula

En el asunto del origen de la vida, haya sido espontánea o divina la chispa inicial, el cigoto (primera célula del cuerpo) tuvo que provenir de un espermatozoide y de un óvulo (¿Adán y Eva?). Desde entonces todas las células del cuerpo, alrededor de 100 billones, traen incorporado un programa conteniendo la información determinante de su desarrollo, reproducción y muerte. Viene en cada una de las 200 clases de células existentes. Unas vivirán más tiempo que otras; algunas se corromperán, la mayoría cumplirá con su función especializada. Dicho programa es transmitido hereditariamente mediante los genes, los cuales, además de los planos de construcción, guardan las instrucciones para llevar a cabo las actividades celulares, incluso para autodestruirse. Visto así, parecería que el destino esta ya escrito y nada puede hacerse para alterarlo. Sin embargo, gracias a la ciencia y sabiduría popular se sabe que tenemos el poder de modificarlo. De hecho poseemos la capacidad de acelerar, mejorar y retardar los procesos celulares alimentando y tratando adecuadamente al cuerpo. Desarrollar ese poder requiere conocer, al menos, qué y cómo se anima la semilla de donde surgimos.



Energía celular.

Si la célula es materia y la energía es la capacidad de la materia de producir trabajo, entonces la célula, al realizar trabajo desarrollándose, es energía. Estudiando a ésta, puede comprenderse el desarrollo celular. La rama de la ciencia encargada de estudiar las formas de energía es la Termodinámica, (thermos=caliente; dinamai=fuerza, movimiento). Su primera ley establece que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Aplicada a la célula significa que su energía (química, lumínica, mecánica, eléctrica) necesaria para vivir debe conservarse: la energía entrante debe ser igual a la saliente. No obstante, durante el intercambio hay desgaste interno y es inevitable se pierda hacia el exterior parte de la energía pues, de acuerdo a la segunda ley termodinámica, en todo sistema el desorden (Entropía*) tiende a incrementarse en el tiempo.

Resumiendo: esta ley nos dice que todo se encamina hacia el desorden, envejecimiento y muerte. La célula entre sus funciones dispone maneras de recuperar el equilibrio generando energía, tomándola de otra o del exterior. A diferencia del universo inerte, cuyo desorden o entropía es creciente e imparable, lo vivo conserva un estado de baja entropía, relativamente moderable.



Paradójicamente, la célula necesita del desequilibrio generado por las cíclicas reacciones metabólicas para desempeñar todas sus funciones. Todo el tiempo nuestro cuerpo desecha células muertas y produce otras. Alrededor de los 30 años de edad el cuerpo comienza a producir menos células de las desechadas, perdemos energía. Por cierto, el sol es la principal fuente externa de energía para los organismos vivos, por ello es bueno exponer el cuerpo al sol (sin bloqueadores) de él toman las células epiteliales energía.

Control de la entropía.

El metabolismo celular libera calor. A esta liberación se le conoce como oxidación, proceso celular necesario para extraer energía de la glucosa oxidada con el oxígeno proveniente del aire, agua y sangre. El azúcar es indispensable al organismo pero sólo transformada en glucosa. De esta tarea se encarga el glucógeno, sustancia almacenada en el hígado y tejido muscular. La reducción es el proceso contrario mediante el cual la célula logra recuperar (estabilizar) lo perdido. De no hacerlo, la oxidación perjudicará la célula y por ende la salud del cuerpo. Así la célula normal logra mantener un “estado muy ordenado, por lo menos por un tiempo”. Lo trascendente de lo anterior es preguntarse si es posible influir conscientemente en esos procesos. La respuesta la dio el yogui hindú, Swami Rama, (1925-1996), cuando logró controlar psicológicamente el calor corporal elevando la temperatura de una mano mientras bajaba la de la otra. La variación fue de 2 °C por minuto, hasta que un costado de la mano estuvo rojo de calor y el otro, gris de frío. La diferencia total de temperaturas fue aproximadamente de 5.5°C.



Desde el ámbito no psicológico el envejecimiento y deterioro corporal acelerados por la oxidación pueden aletargarse ingiriendo alimentos con antioxidantes como la vitamina E, C, beta caroteno, uvas rojas, arándano, etcétera; estos, destruyen los radicales libres. Procurar una alimentación alcalina basada en una dieta verde evitando enlatados y productos altamente industrializados desacidifican el cuerpo y ayuda a los mecanismos internos del organismo a prolongar la salud y el bienestar. Deje de obsesionarse en evitar la vejez, eso genera preocupación y estrés y detona lo que se quiere evitar.

Independientemente de cuál sea la definición de enfermedad, la mayoría de la gente reconoce como síntomas de ella a los dolores, secreción, tos, calentura, hemorragias, inflamación, etcétera. En realidad son mecanismos de defensa del cuerpo avisando que algo anda mal en el equilibro mente-cuerpo-emociones. Debemos entonces focalizar el desorden, buscar su causa y corregirlo. De los desórdenes ocasionados por un accidente generalmente se encarga la medicina correctiva (alópata) con mucho éxito. De las enfermedades crónicas y degenerativas derivadas de modos incorrectos de alimentarse y estilos de vida estresantes, puede ocuparse con eficiencia la medicina preventiva y naturópata.

La demostración de Rama, como muchas otras, hicieron patente que mental y físicamente podemos controlar el metabolismo celular a través de los nutrientes, emociones y pensamientos. Para hacerlo con efectividad, debe saberse cómo se reproduce y muere la célula, pero eso se verá en el siguiente artículo.



¡Viva el movimiento laboral de Francia!

*Los estados sólido, líquido y gaseosos del agua corresponden a una entropía (desorden molecular) creciente, respectivamente.