Atentado a policías, una venganza por los zetas caídos en Villarín: Procurador

El procurador de Justicia en el Estado, Emeterio López Márquez, aseveró que el ataque contra elementos de la Policía Intermunicipal de Veracruz-Boca del Río fue en represalia por las detenciones de presuntos involucrados en la balacera registrada en la comunidad de Villarín. El Fiscal del Estado aseguró que la muerte de los tres policías es una “cadena” relacionada con el enfrentamiento a balazos ocurrido en una carrera de caballos en Villarín, donde dos presuntos integrantes de Los Zetas fallecieron.

“Es una agresión que se da por motivos que los policías de Veracruz detuvieron a delincuentes que se llevaron a México”, expresó el funcionario estatal, al referirse a las personas detenidas en Villarín que la Procuraduría General de la República se llevó a México.

“Estoy hablando de los que se dieron en Villarín que es parte de una cadena de esto”, indicó López Márquez, quien indicó que se investigará a fondo, de manera conjunta con autoridades federales, la muerte de los tres policías y de un civil que falleció de manera accidental.

A principios del mes un enfrentamiento a balazos durante una carrera de caballos en la comunidad de Villarín del Puerto de Veracruz, dejó un saldo de dos personas muertas, cuatro lesionados y seis detenidos, entre ellos un agente de la Policía Federal Preventiva.

En la refriega resultó muerto Roberto Carlos Carmona Gasperín, originario de Tuxtepec, el cual presentaba siete impactos de bala en tórax, abdomen, flanco derecho y espalda y quien presuntamente era uno de los líderes de Los Zetas.

El segundo sujeto no había sido identificado, pero de acuerdo con versiones de columnistas expertos en el tema del narcotráfico, también se trató de un presunto integrante de Los Zetas, el brazo armado del Cártel del Golfo.

Ese mismo día, agentes policíacos estatales y federales lograron la detención de seis personas, se trata de Francisco Javier Villareal Reyna, José Francisco Mendoza Gómez, Sergio Humberto de la Garza Almanza, Eduardo Lagunes Avelar, Hugo Barola Palencia y Javier Rodríguez Dávila, quienes fueron llevados a la Ciudad de México por la PGR.