Augura investigador que Veracruz y todo el país tendrán altibajos en seguridad los próximos 25 años

Veracruz y México estarán envueltos en un dinámica de altibajos en inseguridad y violencia los próximos 25 años, consideró el investigador de la Universidad Veracruzana (UV) y especialista en temas de seguridad nacional, Alfredo Zavaleta Betancourt.

Y es que expuso, la entidad se encuentra en el principio de una “cresta” que durará, por lo menos, una generación; luego de los diversos hechos en donde el crimen organizado ha dejado su marca.

Por ello, consideró que será difícil retirar al Ejército Mexicano de las calles, aunque probablemente se avance en que los militares puedan ser evaluados en sus operativos y acepten que cuando cometan daños a civiles, puedan ser juzgados en tribunales civiles.

Calificó de “interesante” la iniciativa de la CONAGO para llevar a cabo operativos en todo el país, después de muchos años de esfuerzos por institucionalizar los cuerpos policiacos y, porque los gobernadores, en lugar de bloquear las políticas de seguridad pública o manejarlas de manera particular en cada estado, finalmente se pusieron de acuerdo.

Sostuvo que el tema de la seguridad es un asunto republicano y constitucional que no tiene que ver con los partidos o los gobiernos.

“Creo que es una buena señal, como también creo que es buena señal las diferentes formas de manifestación de la sociedad civil, que parece estar cada vez más atenta a lo que acontece con la delincuencia organizada, sino con la delincuencia del fuero común que es la predominante en el país”, manifestó.

El investigador, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, dijo que era previsible el incremento de la violencia asociada a la delincuencia organizada en el estado, toda vez que muchos analistas y reporteros lo previeron.

Lamentó que hasta antes del 31 de diciembre del año pasado no se haya querido reconocer la dimensión del problema, pero a partir de la instalación del nuevo gobierno hay por lo menos, públicamente, el reconocimiento de la complejidad de éste.

“Yo celebro la forma en cómo se han venido coordinando las instituciones del gobierno federal, las policías preventivas estatales en los operativos conjuntos, antes del operativo de la CONAGO, y, obviamente, por lo que se dice en los medios de comunicación, después de que se acabe éste, si no es permanente como ya se anunció”, expuso.

Destacó el cambio en la actitud y discurso del gobierno estatal respecto al problema, pero aunque están haciendo esfuerzos, aseveró que hay cosas que no pueden controlarse, toda vez que la dinámica de la delincuencia organizada es muy complicada y no puede ponderarse.

“Los veracruzanos sentimos miedo por lo que sucede. No imaginamos que en breve lapso de tiempo tocaran a un académico y a un periodista y, frente a eso, es difícil no sentir miedo”, expresó.

Asimismo, consideró que los veracruzanos debemos reconocer que hay un riesgo latente que tenemos que incorporar a nuestras vidas.

Enfatizó que especialmente aquellos que se dedican a los temas de seguridad, deben observar muy bien cómo se están desarrollando los operativos y qué logros se están obteniendo de estos, pues les preocupan los efectos que tienen este tipo de acciones, sobre todo en las terceras personas o civiles que puedan ser tocados.

Alfredo Zavaleta Betancourt indicó que ya existen muchos manuales de seguridad personal y familiar, contribución de la sociedad civil, que han atendido el problema en los últimos años; que indican cómo debemos cuidarnos, aunque no debemos pensar en temas estrictamente privados, sino que convirtamos el miedo en una preocupación pública.

“Que estemos más informados de cuáles son las zonas de riesgo de nuestras colonias, municipios, regiones de nuestro estado; qué tipo de delitos se cometen con mayor frecuencia, de tal manera que uno pueda desarrollar sus actividades incorporando esos riesgos como parte de la autoprotección”, explicó.

Pero, al mismo tiempo, consideró que es importante que exijamos, de manera pública y racional, eficiencia y legitimidad de las instituciones encargadas de protegernos, ya que la gran dificultad que en estos momentos existe en el país es que se está tratando de enfrentar el problema con instituciones que están intentando también reformarse al mismo tiempo.

“Enfrentar la enfermedad reinventando la cura al mismo es algo muy complicado”, concluyó.