Aún no se recuperan en la cuenca de Río Blanco tras quiebra de textilera hace 10 años

La pérdida de cientos de fuentes de trabajo que ocasionó la quiebra de la industria textil de la cuenca de Río Blanco, no se ha recuperado 10 años después del cierre de la CIVSA, que fuera el motor económico para siete municipios de la región.

Hasta antes del cierre de la CIVSA, la empresa trabajó los tres turnos, dando empleo directo a cerca de 500 empleados de la región de Orizaba y Valle de Maltrata, recuerda Celso Cruz Trejo, extrabajador textil.

Tras el cierre de la última fábrica textil, los obreros desprotegidos tuvieron que buscar otra fuente de empleo para atender las necesidades de sus familias; sin embargo, esto no fue fácil debido a que en diez años pocos empleos se han generado.



“Hubo muchos compañeros que decidieron irse a trabajar a otros Estados, otros envejecieron y ya no encontraron empleo, fue un duro golpe que hoy en día se reciente, pues hubo la necesidad y algunos se dedicaron al comercio”, precisó.

Dijo que los trabajos actuales son mal remunerados, no son seguros y constantemente se contrata personal nuevo, porque con salarios bajos, difícilmente se puede mantener a una familia.

En Nogales y Río Blanco ocurrió una situación similar tras el cierre de la industria textil, recuerda el abogado Próspero Pineda de la Luz, quien aseguró que hasta este momento pocas han sido las empresas nuevas en el corredor municipal.



Lamentablemente, coincidió en que son empresas que no garantizan la permanencia del trabajo y ofrecen salarios bajos que en nada ayudan a satisfacer las necesidades de una familia.