Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Ayuda a damnificados por huracán Grace fue para algunos y con regateos, acusan

- En comunidad de Castillo de Teayo sólo la mitad de afectados recibió apoyo

- Servidores de la Nación no quisieron apoyar a la gente que en verdad se vio afectada

- Decenas de pobladores se quedaron en espera de la ayuda prometida

De la Redacción Castillo de Teayo, Ver. 20/08/2022

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
Aunque el Gobierno Federal no dejó de anunciar que la ayuda sería para todos los damnificados por el huracán Grace, la realidad fue otra y, si bien hubo apoyos estos llegaron muy tarde, solamente para algunos y con regateos, lamentó el subagente municipal Samuel Reyes Hernández, de la comunidad Ignacio Zaragoza.

Esta localidad de Castillo de Teayo, en el Norte de Veracruz, marginada y con calles intransitables, fue probablemente la más devastada por el meteoro en esta zona, casi en los límites con el estado de Puebla.

El huracán entró entre la noche del viernes 20 y madrugada del sábado 21 de agosto de 2021, recordó a su vez Yadira Hernández Ramírez, quien era la subagente municipal en esas fechas.



La autoridad auxiliar reportó que más de la mitad de las 134 casas del poblado, con poco más de 450 habitantes, sufrieron severas afectaciones, con desprendimientos total o parcial del techado.

Sin láminas y con las lluvias, se echaron a perder muebles, colchones, ropa, útiles escolares, documentos, aparatos electrodomésticos y enseres de cocina, en tanto que en el campo se siniestraron las siembras de maíz, papaya y otros, añadió la mujer.

Y a un año del desastre, si bien fluyeron apoyos, fueron escuetos, selectivos y entregados a destiempo, señaló el nuevo subagente, Samuel Reyes, quien refirió que las familias en general recibieron apenas 4 láminas de zinc, despensas y 4 colchonetas.



Aclaró que hace un año él no ocupaba el cargo, pues rindió protesta el 1 de mayo pasado; sin embargo, indicó que como residente se percató que los Servidores de la Nación que levantaron censos fingieron no darse cuenta de la situación o de plano no quisieron apoyar a la gente que en verdad se vio afectada.

Como pudieron y para no dormir a la intemperie las noches siguientes, los vecinos colocaron de nuevo las láminas que lograron rescatar, pero eso fue motivo para que no entraran en el censo, pues los Servidores de la Nación, que llegaron casi dos semanas después, “querían ver cómo habían quedado los techos”, agregó el subagente.

Aun así, casi 2 meses después llegó un apoyo de 35 mil pesos, pero solamente la mitad de los damnificados que estaban en la lista lo obtuvieron, mientras que los otros todavía están en espera, con las tirillas que supuestamente les garantizaba la ayuda federal.



Otro apoyo fue de 4 mil 500 pesos para quienes perdieron cosechas, “pero tampoco fue parejo”, a pesar de que el Gobierno Federal difundió que el apoyo sería para todos los damnificados. “Es la molestia que aún tenemos como comunidad”, recalcó Samuel Reyes.

Así, a un año del impacto del huracán, “el pueblo está de pie, ya casi se ve todo normal, con el trabajo de cada uno, el esfuerzo, y la poca ayuda para algunos, pero aquí estamos, gracias a Dios”, añadió a su vez Miguel Tolentino, vecino de esta comunidad, una de las más marginadas y, de paso, quizá la más golpeada por Grace.