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Sección: Estado de Veracruz

Ayudar al prójimo debe ser un hábito para toda la vida: Obispo de Orizaba

Eduardo Cervantes Merino exhortó a los fieles a que no se dejen arrebatar la fe en “el Dios verdadero”

Lissette Hern?ndez Orizaba, Ver. 21/11/2016

alcalorpolitico.com


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El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, exhortó a los fieles a que no se dejen arrebatar la fe en el Dios verdadero, de pasó, los invitó a involucrarse en el trabajo por el Reino y a ser misericordiosos como el Padre Celestial.

“Nuestra raíz es Dios, que nadie nos arranque a Dios de Orizaba, de ningún rincón. No dejemos que nos arrebatan la fe en el Dios verdadero, depende de nosotros cuidar esta fe, no solo dependen del sacerdote, sino es trabajo de todos”, enfatizó durante su homilía al clausurar el Año de la Misericordia.

Añadió frente a 8 mil creyentes reunidos en el Foro Orizaba que todos los que peregrinaron este lunes son personas pecadoras pero amadas por el creador y redimidos por Jesús, y agregó que en tanto los que han creído en Cristo van a la Jerusalén celestial están llamados a ser misericordiosos.



“El Año de la Misericordia nos anima a que se nos quede por costumbre, ser misericordiosos, y que nosotros aprendamos desde nuestra miseria pecadora y débil a dar”, dijo al añadir que se ha caminado para crecer en la comunión y fortalecer la identidad como diócesis.

De igual forma, destacó que se han hecho signos del compromiso de la fe, algunos no se vieron, pero se presentaron como la ayuda al migrante, al que está en un penal, los que están enfermos, por los desaparecidos

“Damos gracias a Dios por lo que hemos experimentado, le damos gracias a Dios por tantas experiencias de su misericordia, pero tenemos mucho que impulsar y hacer, pero por lo pronto damos gracias por lo que hemos vivido. También todo esto nos lleva a un compromiso: ser misericordiosos como el Padre Celestial, por eso pidamos que esto lo hagamos realidad, y que donde quiera que haya cristianos haya un oasis de misericordia”, dijo.



La invitación, comentó, es que ayudemos a los demás, que quizá tiene una adicción, que no sabe leer, que está recluido en un penal, o que está pasando por algún lugar en la búsqueda de un mejor país para vivir.

El prelado destacó que la labor social en favor del prójimo no se queda con este año, sino que es un hábito que se debe asumir para toda la vida.

“No podemos seguir dando respuesta de ocurrencias y que Dios nos libre de que un sacerdote diga que siempre lo hemos hecho así y por qué tenemos que cambiar. Hermanos el Papa Francisco nos dice que, al hacer nuestro el comportamiento de Cristo, a la luz de la misericordia tenemos que impulsar la nueva evangelización proponiendo la misericordia con nuevo entusiasmo”.