Buscan que sólo mayoría calificada real de Congreso local avale cambios a Constitución federal

El Grupo Legislativo del PRI-PVEM en el Congreso del Estado presentó una iniciativa de reforma a la Constitución Política del Estado, buscando establecer que para aprobar cambios a la Carta Magna federal, así como la de Veracruz, sea necesario cumplir con la mayoría calificada del pleno, es decir, con el voto de las dos terceras partes del total de los diputados.

En tribuna, el diputado del PRI, Jorge Moreno Salinas, recordó que actualmente se avalan las modificaciones sólo con el voto aprobatorio de la mayoría calificada de los legisladores presentes “en la sesión” respectiva.

Refirió que se busca que la aprobación se dé con las dos terceras partes de los integrantes de la legislatura local, es decir, al menos con 34 votos y no con las dos terceras partes de los “presentes en la asamblea”.



Insistió que el planteamiento de su bancada permitiría colmar el vacío constitucional hasta ahora imperante relativo a la facultad del Congreso del Estado, para dar cumplimiento al mandato del artículo 135 Constitucional Nacional.

Recordó que entidades como Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Querétaro, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas, ya establecen un procedimiento, aunque Baja California, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Tamaulipas y Zacatecas, establecieron lo planteado por su fracción legislativa.



“De ahí que deba exigirse dicha mayoría calificada para aprobar las reformas, tanto de la Constitución General como la de Veracruz, pues configuran, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 81 de nuestra norma estatal, la ley suprema que rige la vida pública en la entidad”, reiteró.

Por su parte, la diputada panista Montserrat Ortega Ruiz, presentó una propuesta de reforma a la Carta Magna veracruzana que busca establecer la mayoría calificada en la aprobación de las minutas que envía el Congreso de la Unión.

Aunque su iniciativa difiere al exponer que sólo sería necesaria la aprobación por las dos terceras partes de los parlamentarios presentes en la sesión.