Camarón de Tejeda está de luto: en este pueblo todos han perdido a alguien

Velorios acá, velorios allá, flores, coronas, llanto y tristeza. Camarón está de luto.

Aquí en este pueblo todos son familia, caminan por las calles dándose el pésame unos a otros.

Y siguen llegando familiares de varios estados de la Unión Americana, también de otros estados de la República Mexicana.



El repicar de las campanas se escucha porque empiezan llamar a la misa de cuerpo presente.

En las calles se respira ese silencio; ya nada es igual, faltan esos jóvenes y esa porra que le daba esa alegría a este pueblo.

Sobre todo porque la gente celebraba esa primera vez que llegaban a la final que el Deportivo Camarón la buscó durante casi 30 años.



Comentan familiares de Victorio Palacios, quien falleciera junto con su hijo mayor, que un amigo -Carlos Vela Alarcón- les envió sus tacos, maletas, sudaderas y todo para estar listos en esta final.

Estos jóvenes estaban motivados; nadie se quería quedar sin ver a su equipo que se la jugaría en el campo de Río Seco, municipio de Amatlán de los Reyes.

Las anécdotas son interminables con esas pequeñas de la familia Molina, de 11,

13y 14 años de edad que ya casi las había dejado el autobús, pero que corrieron para alcanzarlo en la esquina.

Finalmente se subieron, felices; sin saber que no habría regreso.



Marylin, quien iba a ver jugar a su novio Eder; esa pareja de novios falleció. Es un tema que el pueblo comenta y entristece, porque dicen que eran jóvenes universitarios que al final cumplieron su cometido: unir sus vidas en un viaje sin regreso.

Familiares expresan que ya nada va a ser igual, Camarón está de luto.