Capacita ORFIS a autoridades electas sobre proceso entrega-recepción

La entrega-recepción de las administraciones municipales, sin pretextos, tiene que ser diáfana y ordenada, afirmó Lorenzo Antonio Portilla Vásquez.

El auditor general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), dijo que para ello está en marcha el curso de capacitación al cual, hasta el momento, han asistido mil 519 autoridades electas, de las cuales, 138 son presidentas y presidentes municipales y mil 381 síndicos, regidores y personal de apoyo.

Recordó que el pasado mes de mayo se impartió el curso de capacitación a las autoridades municipales salientes, respecto a la forma de hacer una entrega de su administración pulcra y ordenada.



“Si ya se capacitaron quienes van a entregar, y lo están haciendo quienes van a recibir, debemos de esperar una entrega y recepción ordenada, más aún con los acercamientos que hay entre los servidores públicos salientes y aquellos que entrarán en funciones; por lo tanto, no hay pretexto para hacer de éste un evento institucional y apegado cien por ciento a las disposiciones legales que se les hicieron o se les están haciendo de su conocimiento”.

El curso de capacitación a las autoridades municipales electas inició el martes 7 de este mes y concluye el miércoles de esta semana.

Insistió que, con los cursos de capacitación, quienes dejan el cargo saben qué deben entregar y los que entran en funciones sabrán qué van a recibir y cómo deben de recibirlo.



Portilla Vásquez, añadió que al asumir un cargo el servidor público está obligado a desempeñarlo de manera íntegra y con estricto apego a las atribuciones conferidas.

Y al concluir el encargo, por razones personales o institucionales, está obligado a entregarlo de forma ordenada y en cumplimiento estricto a los ordenamientos legales.

“Hoy más que nunca, las instituciones públicas requieren de colaboradores íntegros, leales, comprometidos y que se desempeñen con apego estricto a la legalidad. No hay mayor satisfacción en el servicio público, que el deber cumplido”.



Mientras tanto, añadió que la función principal de los órganos internos de control, es la prevención; es decir, deben de actuar antes de que sucedan actos o hechos ajenos a la legalidad, contenerlos y reorientarlos, al haber reincidencia, actuar en consecuencia.