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Sección: Estado de Veracruz

Carnaval de Veracruz, el más alegre del mundo, decepcionó a unos, pero enamoró a otros

- Entre los asistentes se observaron hasta venezolanos y cubanos que no paraban de “mover el bote”

- Algunos xalapeños lo consideraron “aburrido”, mientras que unos “salseros de corazón” viajaron desde Tamaulipas para ver a Alberto Barros

Jacky Anota Veracruz, Ver. 13/02/2018

alcalorpolitico.com


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El sonido chillante de las sirenas se escuchó. Se pudo ver a lo lejos las camionetas de las policías Naval y Estatal. Las personas entusiasmadas, acompañadas de una cerveza gritaron, “Ahí viene el paseo”, se trataba de un desfile más del Carnaval Veracruz 2018.

La multitud recibió a gritos y aplausos a los reyes de Carnaval. Turistas locales centraron su mirada en carros alegóricos alusivos a la historia de Veracruz. Como Isabel Gutiérrez, quien sentada junto a su esposo y dos hijos aprecian el paseo en la grada número 71. "Dicen que los xalapeños somos aburridos, pero, al parecer este paseo está igual. Viajamos para divertimos y lo único que hemos hecho es estar sentados comiendo”, sonríe con una bolsa de chicharrones en la mano izquierda.

Los jarochos chiflan. Claman por dulces y playeras a todo aquel que viniese en los carros. Un incesante alboroto se escuchó cuando se detuvo el carro de TV Azteca. El principal atractivo: Ingrid Coronado. La conductora iba saludando a los espectadores. Aventaba anillos y pulseras que traía en ambas manos.



Dulce María, otra de las asistentes al paseo carnestolendo, alistó la cámara de su celular para fotografiar a Ingrid Coronado. Dulce María junto con su tía, viajaron cuatro horas sólo para ver "el carnaval más alegre del mundo". "Vinimos desde Acayucan, ya no había corridas, pero alcanzamos de última hora. Es el segundo año que estamos aquí. La primera vez nos gustó el paseo así que decidimos regresar", comentaron.

Batucadas, comparsas con vestuarios coloridos. Naranja, verde, azul. Atrapan las miradas de la muchedumbre. Jóvenes que se atraviesan para tomarse la foto del recuerdo. Como es el caso de Osvaldo Iván, quien viste una playera blanca que dice "Carnaval de Veracruz".

Osvaldo viajó desde Minatitlán con el único fin de vivir la experiencia de la fiesta de la carne. “La verdad me la pase súper, el baile fue lo que más estuvo de ambiente, además las canciones estuvieron pegajosas. Afortunadamente no gasté mucho porque me quede en la casa de una amiga. Fue baile, risas y todo el show que se arma aquí, en Mina (Minatitlán) también hay carnaval, pero aquí el ambiente es más intenso".



Música, color y alegría se vivió en el Carnaval, en donde turistas y locales disfrutaron de carros alegóricos, comparsas, bastoneras. Al ritmo de las batucadas, Frank de origen venezolano comenzó a bailar. “A mover el bote, como dicen los mexicanos".

A un costado de Frank, está Rigo y Caro. Interceptan a la comparsa de "Omay y Yuliana" para danzar al ritmo de ellos. Sus movimientos son definidos. La gente los voltea a ver. Su baile es perfecto. Su color de piel y su altura hacen la combinación ideal para saber que son cubanos.

"Somos de La Habana, visitamos Veracruz cada año por el Carnaval, nos identificamos mucho con los porteños, en especial por la salsa y por todo el sabor que tienen los jarochos. Después iremos a ver a Alberto Barros y a seguir bailando".



Al contrario de los cubanos, el semblante de Diana Karina muestra inconformidad. "El carnaval me pareció bueno, pero había bastante gente, primero me senté en las sillas de 60 pesos y se paraban las personas y no me dejaban ver. El paseo me gustó, pero dejaron mucho espacio entre los carros alegóricos y las comparsas.

Diana visitó el puerto junto con su mamá y hermana. Se quedaron a dormir en el departamento de una prima que estudia aquí. ”Yo creí que iban a venir más artistas y nadamos vinieron los de Azteca, este fue mi primer carnaval en lo que cabe me quedó a deber, tanto que la gente habla en Tuxpan de que es el mejor, pero bueno".

Rosa se encuentra en el Malecón lista para deleitarse con Alberto Barros. A su lado esta su pareja, llevan 10 años bailando salsa, "no podíamos perdernos a Alberto, no por nada bailo salsa desde que tenía 13 años, el camino es largo pero vale la pena quedarse a dormir en el ADO, ya que no tenemos familiares en el Estado y sólo venimos para ver al cantante y con la misma nos regresamos a Tamaulipas".



Con tradición, alegría y orgullo se vivió el Carnaval de Veracruz "el más alegre del mundo", donde muchos son los presentes en los desfiles, pero pocos ocupan algún cuarto de hotel, se hospedan con familiares o se regresan el mismo día a sus regiones de origen.

*Estudiante de la Facultad de Comunicación de la UV.