La información sobre la seguridad con la que opera la Central Nuclear de Laguna Verde y cómo han envejecido a lo largo de los años está por hacerse pública, sin embargo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sigue en proceso de entregar la información.
Cabe señalar que el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública (INAI) ordenó a la CFE que entregue la versión pública de los resultados de sus revisiones.
Este mes de diciembre, al resolver el recurso de revisión RRA 11971-21, el pleno del INAI determinó por unanimidad que la Comisión debe entregar la información, ya que existe una ampliación de operaciones de la planta hasta 2050, de ahí que es importante para la ciudadanía conocer en qué condiciones opera la central nuclear.
Al hacer un análisis del caso, el comisionado nacional Javier Acuña Llamas detalló que un particular solicitó a la CFE los resultados obtenidos de la evaluación de los Programas de Gestión de Envejecimiento (AMP) -disponibilidad de las funciones de seguridad requeridas a lo largo de la vida útil de la planta- y de los Análisis de Envejecimiento Limitados en el Tiempo (TLAA) realizados en la planta nuclear de Laguna Verde en 2019, 2020 y 2021.
Ambos estudios mencionados son necesarios para demostrar que los componentes a evaluar cumplen o no con sus funciones de seguridad durante el periodo extendido de operación.
El comisionado criticó que la CFE “no estuvo a la altura de las circunstancias”, pues prefirió declararse incompetente y negar la información, además de solicitarle al peticionario dirigir su solicitud a la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear.
Acuña Llamas recordó que la Central tardó 16 años en construirse y si bien tendría que operar solamente hasta el 2020, lo cierto es que en el 2015 hubo un trámite para darle otra vez a Laguna Verde viabilidad operacional hasta el 2050.
Precisó que la persona solicitante no sólo pidió la información a la CFE sino también a la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear de la Secretaría de Energía (SENER), donde le indicaron que los datos los posee la CFE, pues la Comisión Nacional no se quedó con copia de 2019 y en 2020 sólo consultó los datos por vía remota.
De ahí que, de acuerdo con el comisionado, la paraestatal a cargo de Manuel Bartlett utilizó “una salida tangencial”, al declararse incompetente para entregar lo requerido, respuesta que suele usarse como excusa frente a los reclamos de información.
Cabe señalar que la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear establece que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias debe emitir su opinión, previamente a la autorización que otorgue el Secretario de Energía sobre el emplazamiento, diseño, construcción, operación, modificación, cese de operaciones, cierre definitivo y desmantelamiento de instalaciones nucleares.
De lo anterior, se desprende que, para renovar la Autorización de Operación de la Central Nuclear Laguna Verde, la CFE tuvo que presentar ante la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias la solicitud correspondiente junto con los resultados de la evaluación de los AMP y de los TLAA requeridos por la persona solicitante.
“No quiero imaginar lo delicados que son los estudios, los dictámenes periciales de quienes pueden y deben estar verificando constantemente o cierto tiempo periódicamente cómo va evolucionando el funcionamiento de una central de esta naturaleza, porque como ya lo dije tenemos que estar atentos todos y prever que ojalá nunca pase algo como pasó con Chernóbil”, alertó el comisionado.