Choque automovilístico de chicas influyentes moviliza guaruras y decenas de taxistas

Unas 50 unidades de taxi de la organización SERTACAVER, se plantaron a las afueras de la Dirección de Tránsito Municipal para protestar por la presunta intromisión de peritos de la Dirección de Tránsito de Boca del Río para favorecer a Elizabeth Lobeira Rodríguez, hermana de Patricia Lobeira de Yunes Márquez, la primera dama de Boca del Río.

Elizabet Lobeira Rodríguez chocó, poco después de las 4:00 de la tarde, en la esquina de bulevar Ávila Camacho y la avenida José Martí, con Violeta Mendoza Alducín, hija, precisamente, del líder de taxistas de SERTACAVER, Víctor Mendoza Segovia. La culpa del incidente habría sido de Lobeira Rodríguez; sin embargo, argumentando sus influencias, no quería responder.

Y encima —dijo el líder Mendoza Segovia, en base al relato de su hija— Lobeira Rodríguez movió sus influencias para que en ese momento, con la finalidad de intimidar a la víctima, le enviaran unos sujetos a bordo de una camioneta negra, cerrada, del mismo porte de los que se acostumbra ver en los eventos del ayuntamiento de Boca y con el mismo estilo de los que custodian la entrada al palacio municipal.

Amedrentada, Mendoza Alducín, quien se dirigía a su trabajo en una escuela, comunicó vía telefónica esto a su papá, y también que al sitio había arribado un funcionario de la Dirección de Tránsito de Boca del Río para tratar de presionar al perito de Veracruz a resolver el asunto a favor de Lobeira Rodríguez, a pesar de no ser culpable, claro, sin saber que la del otro caso igual se contaba con palancas.

El perito de Veracruz citó a las dos partes en la delegación municipal de la avenida Montesinos, y hasta allí lo mismo se presentaron unas 50 unidades de taxis con los principales líderes de la fracción taxista del puerto para evitar el favoritismo. Durante unos 30 minutos, Segovia, las dos personas implicadas y el director general, Héctor Peñafiel, dialogaron para llegar a un acuerdo, que finalmente quedó en que cada quien pagara sus daños.

“No es tanto la relevancia del golpe lo que importa, sino el hecho de la prepotencia de la personas que llegaron en la camioneta negra”, remató Mendoza.