Científicos de la UV y UNAM instalaron una estación de monitoreo sísmico

Con la finalidad de poder detectar la posibilidad de un sismo y el posible impacto a la población, científicos de la Universidad Veracruzana –UV—y de la Universidad Nacional Autónoma de México --UNAM)-- instalaron una estación de monitoreo sísmico de banda ancha en los límites de Puebla y Veracruz.

Francisco Córdoba Montiel, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra de nuestra máxima casa de estudios, manifestó que el objetivo es prever la posibilidad de un movimiento telúrico como el registrado en 1920 que afectó severamente a Xalapa y que por lo menos dejó un saldo de 600 muertos.
La estación de monitoreo sísmico de banda ancha fue colocada en el municipio de Ixhuacán de Los Reyes, a seis kilómetros de Quimixtlán, Puebla, punto exacto donde se ubicó el epicentro del temblor de hace 86 años, con base a los estudios realizados por el Instituto Geográfico de México acerca del terremoto de 1920.

Este estudió incluyó cuestiones geológicas, cuáles fueron las afectaciones, y en qué dirección se sintió más fuerte, así como también se tomaron en cuenta visitas a cada una de las poblaciones ubicadas en la zona de primera influencia (el radio alrededor del epicentro del sismo).

La estación de monitoreo permitirá conocer el estado actual de la zona dada la recurrencia de eventos sísmicos que se han presentado, y se podrá iniciar el estudio del estado que guarda la falla que origina estos eventos sísmicos, aunque para análisis más meticulosos habría que contar con más equipo.

Córdoba Montiel sostuvo que Veracruz tiene como puntos críticos la parte central –por los eventos que ya se han mencionado, y por la presencia del volcán Pico de Orizaba–, la zona sur, y el volcán San Martín en Los Tuxtlas.
El equipo puede conformar una red que permita abastecer de datos de todo el estado, desde indicadores de corteza y de propagación de ondas, con lo que se podría prever cuál sería el impacto que sufrirían varias ciudades importantes si hubiera un sismo intenso.

Por su parte, Javier Pacheco Alvarado, investigador del Instituto de Geofísca de la UNAM, expuso que la estación de monitoreo sísmico, no solamente sirve para detectar y localizar sismos, sino también para estudiar la fuente sísmica, la propagación de ondas, y el efecto de sitio.
Y es que se trata de un sismómetro con un sensor de banda ancha y un digitalizador de 24 bits, lo que permite obtener los datos de sus mediciones en una computadora y en tiempo real”.

Registra y mide los movimientos terrestres en tres dimensiones: de arriba abajo, de Norte a Sur, y de Este a Oeste y tiene capacidad para medir incluso sismos pequeños y moderados sin variación de amplitud y sin saturación, lo que no hacen aparatos más viejos, y que dificulta la lectura completa del sismograma.

Pacheco Alvarado sostuvo que este equipo se encuentra orientado para que en caso de ocurrir un sismo, se pueda utilizar el movimiento del suelo para saber de donde proviene.

En otras circunstancias se tendrían que utilizar al menos tres estaciones para localizar el movimiento, pero con este tipo de estaciones orientadas se pueden tener datos, aunque no precisos, sí aproximados.