Cientos de personas acudieron a cargarse de energía desde las primeras horas del día a El Tajín

Desde las 6:00 horas, cuando fue abierta la zona arqueológica El Tajín, decenas de familias arribaron a la ciudad sagrada en busca de obtener la energía del solsticio de primavera, además de la buena vibra que irradian los edificios prehispánicos en la zona de monumentos que, desde 1992, es considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Caminando, en transporte público, vehículos particulares, motocicletas y algunos en bicicletas, llegaron los visitantes que este año se toparon con un impresionante dispositivo de seguridad para poder acceder a la ciudad sagrada. Además de que en esta ocasión la entrada no fue gratuita y tuvo un costo de 57 pesos por persona, a excepción de estudiantes y personas de la tercera edad, debidamente identificados.

Una vez adentro, los visitantes pudieron recibir energía de los más de 241 edificios que alberga Tajín y que eran vigilados constantemente como parte del operativo que mantiene el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el sitio que desde 1992, la ONU nombró Patrimonio Cultural de la Humanidad.