Claman más ayuda para hallar a Antonio, jovencito arrastrado por el mar en Chachalacas

La desesperación crece entre los familiares de Antonio Martínez, un adolescente xalapeño de 14 años que desapareció en el mar de Chachalacas el domingo 23 de noviembre, después de ser arrastrado por una fuerte corriente mientras se encontraba en la playa del municipio de Úrsulo Galván.

Desde ese momento, la búsqueda no se ha detenido. A pesar de los recorridos continuos por tierra y mar, el cuerpo del menor no ha sido localizado, lo que mantiene a la familia en una angustia cada vez más profunda. Las labores han abarcado más de 13 kilómetros entre las playas de Chachalacas y Juan Ángel, además de recorridos mar adentro y en la zona donde desemboca el río Actopan.

La madre del joven, Magaly Landa, pidió públicamente que se refuercen las tareas de localización, pues asegura que su hijo fue arrastrado por la corriente y que ya se cumplieron 2 días sin resultados. “Necesitamos más apoyo, una cuadrilla que nos ayude a encontrarlo”, expresó con la esperanza de que el cuerpo del menor pueda ser hallado pronto.



El llamado alcanzó al alcalde electo de Úrsulo Galván, Bertín Bravo Montero, quien acompañó a la familia en un mensaje difundido en redes sociales, donde solicitaron apoyo estatal para ampliar el operativo con helicópteros o lanchas que permitan peinar zonas más amplias del Golfo de México.

En la publicación, Bravo Montero insistió en que la familia no puede seguir buscando sola y pidió el respaldo del Gobierno del Estado y de Protección Civil. “Pedimos el apoyo del pueblo veracruzano y a la gobernadora Rocío Nahle para reforzar la búsqueda de Antonio”, expresó.

Las labores se mantienen tanto de día como de noche, mientras la familia aguarda que el cuerpo pueda aparecer en algún punto de la costa o en la desembocadura del río Actopan, una zona donde también se han centrado esfuerzos debido a las condiciones del oleaje.



Chachalacas, una de las playas más visitadas de la región centro del estado por su cercanía con la capital –a poco más de 70 kilómetros–, suele registrar corrientes fuertes en determinados puntos, lo que ha generado antecedentes de riesgo para los visitantes.