Colonos exigen que Invivienda les ponga servicios básicos

Los habitantes de la colonia Colinas de Los Pájaros de Mata Cocuite, al sur poniente de la ciudad de Veracruz, acudieron a las oficinas del Instituto Veracruzano de Desarrollo Urbano Regional y Vivienda, ubicadas en la calle de Miguel Ángel de Quevedo, en la ciudad de Veracruz, en donde pedían hablar con alguien para que les solucionara su problema, con un drenaje inconcluso que les dejó una empresa constructora en la zona.

Ellos llegaron a tempranas horas, pero nadie los recibía, únicamente le permitieron la entrada a Gloria Celia Pérez Romero, representante de los colonos de Colinas Los Pájaros, pero los vecinos de esa zona, se molestaron y exigieron que fueran todos atendidos.

De la plática llegaron los insultos y las descalificaciones, hasta aventar huevos contra la fachada de la oficia, adscrita a Gobierno del Estado. Entonces los trabajadores de ese lugar, pidieron la presencia de la Policía Intermunicipal.

Los quejosos, ya muy molestos, procedieron a retener a los empleados e impedir su salida.

La situación se puso tensa, cuando llegó un representante de gobierno, quien los amenazó y se metió con las familias de los inconformes.

«Queremos respuestas a las anomalías que están sucediendo en Colinas de Los Pájaros y buscamos una respuesta, a las cosas inconclusas que dejó «Campsa Invivienda» y el representante que es Arturo Cobos».

Gloria Celia Pérez detalló que «Invivienda debe solucionar el problema que nos dejó encima, el drenaje que acaban de tapar, no hay para donde se vayan las aguas negras».

Los manifestantes estuvieron a irse a los golpes con un sujeto, quien dijo ser José Luis Aguilar, el cual aseveró que venía de Gobierno del Estado a solucionar el problema, sin embargo, lanzó amenazas contra los hijos de las quejosas.

Incluso hizo llorar, a una menor con golpearla, cuando salieran de esas oficinas. José Luis Aguilar pidió más patrullas, pero la representante de Colinas de Los Pájaros, exclamó que esa persona no los intimidaba por llevar uniforme de una autoridad estatal.

Luego de calmarse los ánimos, los quejosos fueron escuchados y hubo una promesa de dialogo para una solución, con la advertencia de movilizarse y tomar medidas más radicales.