5 de noviembre de 2018
alcalorpolitico.com
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twitter: HELIHERRERA.es
Hoy lunes se integra la LXV Legislatura del estado de Veracruz, de Ignacio de la Llave.
Son 29 legisladores y legisladoras de Morena (aunque algunos se hayan disfrazado de PT o de PES), 13 del partido (de) Acción Nacional: 3 del Partido Revolucionario Institucional, 2 del partido de la Revolución Democrática, 2 de Movimiento Ciudadano y una del Verde.
Los y las diputadas del partido de Andrés Manuel tienen mayoría simple, lo que le asegura en cierto grado gobernabilidad. Sin embargo, no tiene la tan ansiada mayoría calificada, tan necesaria para reformar la Constitución del Estado, así como todas aquellas iniciativas que provengan del ejecutivo local con el mismo propósito, lo que obligará al coordinador o coordinadora de ese grupo legislativo a buscar consensos con los otros grupos parlamentarios.
Se formarán, desde mi óptica, seis: el de Morena con cerca de 19 legisladores, el del PAN con 13, el del PT con cinco, el del Partido Encuentro Social, ya desaparecido del escenario nacional, con cinco, el del PRI-Verde con 4, y el conformado por Movimiento Ciudadano-PRD con cuatro también.
El que se bifurquen los 29 diputados de Morena en 5 del Partido del Trabajo y 5 de Encuentro Social es táctica parlamentaria, porque de esa forma asegura el 50 por ciento de los votos en La Junta de Coordinación Política, que como sabemos, es donde se teje todo el trabajo legislativo y se toman los acuerdos por mayoría. Le bastaría un voto del coordinador del Pri-verde, del PAN, o de la del MC-PRD para transitar, sin ningún problema, en el quehacer legislativo.
Ahora bien, como son necesarios 33 votos para alcanzar la mayoría calificada, y solo tiene 29 Morena, requieren buscar cuatro votos de los 21 legisladores y legisladoras restantes, que se ve imposible que los encuentren con los que militan en el Partido Acción Nacional, debido al antagonismo que de años atrás vienen teniendo, azuzado por el gobernador Miguel Ángel Yunes contra López Obrador, y más por el trato porril que recibieron los legisladores morenos de la LXIV Legislatura que concluyó, del que fuera el presidente de la JUCOPO, Sergio Hernández.
Por allí no transitarán, lo que orillará al coordinador o coordinadora de los diputados y diputadas de Morena a buscar esos 4 votos con legisladores del PRD o de Movimiento Ciudadano, dado que la lucha histórica de ellos ha sido contra el Partido Revolucionario Institucional, y empezarían muy mal su quehacer legislativo pactando con ellos.
Y es que, en los primeros tres meses el Congreso de Veracruz tendrá que nombrar por lo menos 12 nuevos magistrados que requieren mayoría calificada, igual que para el juicio político que viene anunciando el que será el futuro secretario general de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, contra el actual fiscal Jorge Winckler Ortiz. ¿Ya tendrá acercamientos y pláticas Morena con los nuevos legisladores del PRI, o de Movimiento Ciudadano, dado que no contarán con los del PAN-PRD porque fueron aliados en este gobierno, o con sus dirigencias estatales, para que logren esos objetivos?
Si así es, muestran oficio político tanto Manuel Huerta como dirigente estatal morenista, Amado Cruz Malpica o Mónica Robles Barajas como probables coordinares de ese grupo parlamentario. De nos ser así, empezarán con dificultades y tendrán que retrasar parte de ese trabajo que para ellos y el próximo gobernador, Cuitláhuac García, eran necesarios para dar un golpe de timón al inicio de su gobierno.
Ya veremos de qué están hechos las nuevas diputadas y los nuevos legisladores. Cuántos de ellos y ellas trascenderán en el quehacer que hoy emprenden, principalmente los que son mayoría que deberán llegar con esa mentalidad de que ya no son oposición y que, como tal, las prácticas son otras, distintas al amotinamiento.
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Hoy lunes se integra la LXV Legislatura del estado de Veracruz, de Ignacio de la Llave.
Son 29 legisladores y legisladoras de Morena (aunque algunos se hayan disfrazado de PT o de PES), 13 del partido (de) Acción Nacional: 3 del Partido Revolucionario Institucional, 2 del partido de la Revolución Democrática, 2 de Movimiento Ciudadano y una del Verde.
Los y las diputadas del partido de Andrés Manuel tienen mayoría simple, lo que le asegura en cierto grado gobernabilidad. Sin embargo, no tiene la tan ansiada mayoría calificada, tan necesaria para reformar la Constitución del Estado, así como todas aquellas iniciativas que provengan del ejecutivo local con el mismo propósito, lo que obligará al coordinador o coordinadora de ese grupo legislativo a buscar consensos con los otros grupos parlamentarios.
Se formarán, desde mi óptica, seis: el de Morena con cerca de 19 legisladores, el del PAN con 13, el del PT con cinco, el del Partido Encuentro Social, ya desaparecido del escenario nacional, con cinco, el del PRI-Verde con 4, y el conformado por Movimiento Ciudadano-PRD con cuatro también.
El que se bifurquen los 29 diputados de Morena en 5 del Partido del Trabajo y 5 de Encuentro Social es táctica parlamentaria, porque de esa forma asegura el 50 por ciento de los votos en La Junta de Coordinación Política, que como sabemos, es donde se teje todo el trabajo legislativo y se toman los acuerdos por mayoría. Le bastaría un voto del coordinador del Pri-verde, del PAN, o de la del MC-PRD para transitar, sin ningún problema, en el quehacer legislativo.
Ahora bien, como son necesarios 33 votos para alcanzar la mayoría calificada, y solo tiene 29 Morena, requieren buscar cuatro votos de los 21 legisladores y legisladoras restantes, que se ve imposible que los encuentren con los que militan en el Partido Acción Nacional, debido al antagonismo que de años atrás vienen teniendo, azuzado por el gobernador Miguel Ángel Yunes contra López Obrador, y más por el trato porril que recibieron los legisladores morenos de la LXIV Legislatura que concluyó, del que fuera el presidente de la JUCOPO, Sergio Hernández.
Por allí no transitarán, lo que orillará al coordinador o coordinadora de los diputados y diputadas de Morena a buscar esos 4 votos con legisladores del PRD o de Movimiento Ciudadano, dado que la lucha histórica de ellos ha sido contra el Partido Revolucionario Institucional, y empezarían muy mal su quehacer legislativo pactando con ellos.
Y es que, en los primeros tres meses el Congreso de Veracruz tendrá que nombrar por lo menos 12 nuevos magistrados que requieren mayoría calificada, igual que para el juicio político que viene anunciando el que será el futuro secretario general de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, contra el actual fiscal Jorge Winckler Ortiz. ¿Ya tendrá acercamientos y pláticas Morena con los nuevos legisladores del PRI, o de Movimiento Ciudadano, dado que no contarán con los del PAN-PRD porque fueron aliados en este gobierno, o con sus dirigencias estatales, para que logren esos objetivos?
Si así es, muestran oficio político tanto Manuel Huerta como dirigente estatal morenista, Amado Cruz Malpica o Mónica Robles Barajas como probables coordinares de ese grupo parlamentario. De nos ser así, empezarán con dificultades y tendrán que retrasar parte de ese trabajo que para ellos y el próximo gobernador, Cuitláhuac García, eran necesarios para dar un golpe de timón al inicio de su gobierno.
Ya veremos de qué están hechos las nuevas diputadas y los nuevos legisladores. Cuántos de ellos y ellas trascenderán en el quehacer que hoy emprenden, principalmente los que son mayoría que deberán llegar con esa mentalidad de que ya no son oposición y que, como tal, las prácticas son otras, distintas al amotinamiento.