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Columnas y artículos de opinión
Pobreza y rezago social
Helí Herrera Hernández
8 de febrero de 2021
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
 
Han iniciado las precampañas en el estado de Veracruz para renovar los 50 integrantes del Congreso, y los 212 Ayuntamientos, con una gama de hombres y mujeres que persiguen esos cargos, sin un discurso que contenga (salvo honrosas excepciones), una oferta política clara hacia los electores, sobre el cómo los futuros funcionarios generarán bienestar y un poco de felicidad en ellos.
 
Y es que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (CONEVAL), acaba de publicar datos escalofriantes sobre el nivel de vida de los mas de 8 millones de veracruzanos que somos, a los cuales los candidatos y candidatas a legisladores deberían llevarles una propuesta objetiva sobre la forma que integrarían sus necesidades al presupuesto de egresos 2022, que aprobarían en diciembre de este año.

 
De igual forma, las y los candidatos a alcaldes tendrían que estar hablándoles en este momento a sus electores, sobre la hoja de ruta que utilizarán para generarles alternativas de desarrollo en sus comunidades, que les garanticen caminos para comercializar sus productos; planes para atraer industrias, empresas y fábricas que generen empleos bien remunerados; seguridad que les brinde paz; construcción de áreas de recreo y convivencia familiar; acceso a los servicios públicos como electricidad, agua potable, drenaje, etc.
 
Porque de acuerdo a los datos duros ofrecidos por el CONEVAL, tenemos 1 millón 741 mil 996 veracruzanos vulnerables por carencias sociales; un millón 457 mil 852 veracruzanos en pobreza extrema, y 3 millones 630 mil 711 en pobreza moderada. En total más de 5 millones de pobres y 1,741,996 de paisanos que tienen carencias sociales, y que, por el escaso salario que perciben, no pueden solventarlas.
 
Del año 2010 al 2018 la pobreza en Veracruz se amplió en términos absolutos. Veamos: 16.5 % no tienen acceso al agua; 9.8 % carece de drenaje; 1.2 % no cuenta con electrificación; 27.9 % las familias utilizan leña y carbón para cocinar; 6.1 % del total de las viviendas tienen pisos de tierra; 7.6 por ciento las familias viven en hacinamiento; 16.9 % de la población presento rezago educativo; 67.3 por ciento no tiene acceso a la seguridad social; 20.4 por ciento carece de una alimentación adecuada y el 19.8% carece de servicios básicos.

 
Frente a este negro panorama, tanto los y las candidatas a diputadas, así como los que buscan llegar a partir del primero de enero del próximo año a los palacios municipales de los 212 municipios veracruzanos, deberían estar ofertándoles a los veracruzanos mayores de 18 años, como reorientar las obras y acciones que realizarán con los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) en sus dos rubros: Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y, de las Demarcaciones Territoriales, para las Entidades.
 
Todos y todas las candidatas de elección popular deberían estar ya explicándoles a sus electores cómo van a reorientar las políticas públicas, que garanticen la redistribución de la riqueza de los dineros públicos, al través de un crecimiento incluyente, sostenible y sustentable de las personas y sus familias.
 
Veracruz tiene en los últimos 8 años (4 del gobierno del priísta Javier Duarte; 2 del panista Miguel Ángel Yunes Linares, y 2 del MORENISTA Cuitláhuac García Jiménez), un crecimiento de 4.2 % en pobreza promedio, así como en el porcentaje de población con ingresos inferiores a la línea de bienestar desde 2010, lo que habla de fracaso e ineptitud de esos partidos políticos para postular personas eficientes y capaces en la cosa pública.