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Columnas y artículos de opinión
El Gobernador en la Huasteca
Luciano Blanco González
11 de noviembre de 2022
alcalorpolitico.com
Las luchas democráticas que se dan en el mundo y sus resultados son una lección muy trascendente para México, que dan una idea de lo que pasará en las próximas elecciones federales del 24.

Todas ellas Italia, Brasil, Estados Unidos, para citar solo algunas, se han dado en un ambiente de polarización que enchina el cuerpo por los escasos márgenes de diferencias porcentuales que arrojan, evidenciando que el poder más firme se tambalea y puede caer con tan solo darle un empujoncito.

Así el burlista y prepotente Jair Bolsonaro en Brasil, quien creyó que el poder era eterno y su presencia inamovible, mantuvo una persecución política constante en contra de sus adversarios, dándose el gusto inclusive de encarcelar a quien ahora lo derrotó en claras y limpias elecciones, ello nos deja como lección, que el Estado puede utilizar toda la fuerza represiva y la presión política para destruir los liderazgos pero que, si el país tiene mecanismos judiciales firmes y órganos electorales claros, estas acciones se anulan por la decisión mayor del pueblo que juzga y no solapa los abusos de los gobernantes.


Ignacio Lula da Silva fue encarcelado por supuestos actos de corrupción, la autoridad judicial no se prestó a las maniobras oficialistas que festinaron con alharacas discursivas su detención, considerando que ya habían anulado al principal opositor, pero se equivocaron, Lula fue juzgado y declarado inocente, ahora que el voto popular ha puesto el mango del sartén en sus manos, es posible que las cosas se reviertan y el próximo reo sea el propio Bolsonaro, a quien refundan en obscuras celdas, cargado de cadenas, a pan y agua como sus adversarios quisieran verlo, como venganza por la comisión de tantos abruptos y vituperios lanzados inclementemente en contra de quienes se atrevieron a criticarlo o a señalarle sus defectos.

Otro caso, en otro país pero en el que la polarización es evidente, es el de los Estados Unidos, en donde un populismo trepidante cobró fuerza inaudita gracias al amigo Donald Trump y su cauda de fanáticos que promueven una política racista, discriminatoria, anti migrante, en la que destaca su fobia a los mexicanos, causantes y causa de las grandes desgracias de su país, para cuya solución plantea la construcción de un enorme muro en la frontera.

En la víspera del día D, se esperaba una mortal oleada roja a favor del Partido Republicano de Trump, había mucho ruido en el espacio, entre otros motivos por la incapacidad del Presidente Joe Biden para contener el flujo migratorio y las incursiones cada vez más violenta de los carteles mexicanos de la droga y su tolerancia a la política económica de México, que tiene molestos a los empresarios.


Hasta ahora no hay resultados definitivos, pero el Partido Demócrata que estaba preparado para la peor crisis, ahora celebra los resultados porque de manera increíble aquel pueblo guerrero prefirió votar por el viejito tibio, pero respetuoso y cordial que venera e impulsa la democracia, la justicia y los altos valores de los norteamericanos a lo que suma una prudente política internacional e impulsa la conservación del planeta mediante el uso de energías limpias y en contra del calentamiento global.

Lo sucedido en Estados Unidos y en Brasil nos muestran lo endeble que resultan actualmente los medios de control ya sea mediante el clientelaje electoral capturado a través del discurso ideológico o de la dadiva generosa y corruptora, los humores varían a cada momento y se alteran cambiando las preferencias a la hora de la verdad, por eso no llegó la ola roja republicana en Estados Unidos como se esperaba, aquí el 24 puede llegar la ola Morenista que sus simpatizantes satisfechos engrosarán en vuelo para continuar en el Palacio Nacional, pero también puede llegar la ola negra de los malhumorados que enojados e insatisfechos arremeterán intentando sacarlos del nido del águila real.

Mientras esto sucede en otras latitudes, hay que referir la muy importante noticia que recibimos en el septentrión Veracruzano, respecto de la presencia del Gobernador del Estado, Ingeniero Cuitlahuac García Jiménez, quien comparece en la Ciudad de Pánuco, para rendir su Cuarto Informe de Gobierno, este acto constituye una gran distinción para toda la huasteca veracruzana y un reconocimiento por parte del Ejecutivo a un pueblo heroico y a una cultura guerrera vituperada por la ignorancia que le atribuye como ciertas las versiones indignas que reseña el historiador Bernal Díaz del Castillo, quien recoge información de los mexicas, principales enemigos de los huastecos durante la época precolombina, pues fuera de la basura que nos arroja el citado historiador, no existe testimonio alguno de tales conductas. Ni siquiera existe una fuente informadora directa de aquellos tiempos, todo está escrito por españoles o por naturales de segunda o de tercera generación después de la conquista.


Aquellos no fueron sometidos por el imperio de Moctezuma como falsamente se afirma, pues estos apenas lograron penetrar hasta Tuxpan y Temapache, siendo contenidos una y otra vez, en una resistencia tenaz en contra de los ambiciosos conquistadores, hasta que el propio Cortez una vez consumada la conquista de la gran Tenochtitlán en 1822, apoyado en un ejército de 40 000 hombres, integrado por sus aliados los caballeros águila y caballeros jaguar, Tlaxcaltecas y de todos los pueblos sometidos, lograron supuestamente pacificar estas latitudes en donde fundó la villa de Santisteban del puerto el 26 de diciembre de 1522.

Sin embargo, por la rapiña, saqueos, abusos y violaciones de los españoles, los huastecos se volvieron a revelar y para pacificar a los indígenas envió en 1524 a Gonzalo de Sandoval con un ejército conformado por 15,000 acolhuas a las órdenes de Yoyotzin, hermano menor de Ixtlilxóchitl, y otros 15,000 mexicas al mando de un sobrino de Cuauhtémoc.

Además de la caballería y la peonada, este cruel militar, con toda la fuerza y sin piedad mandó aprehender a los caciques principales y, como escarmiento para todos los insurrectos, sin ninguna piedad o sentimiento cristiano ordenó que dentro de un corral y a la vista de todos se les quemara vivos, substituyendo a todos con sus respectivos descendientes,


Esta terrible ejecución fue parte del inicio de la destrucción de una gran cultura que se conformaba por la convivencia de Teneks, nahuas, otomíes tepehuas, quienes ante la noticia de que los hombres blancos y barbados que cabalgaban fieras, acompañados de feroces perros y con poderosos truenos en las manos destruían los templos y los dioses que con forma de ídolos adoraban en sus altares, en un sublime acto de fe y adoración, optaron por bajarlos de sus pedestales y enterrarlos, para que no fueran humillados por el extranjero, por eso los arqueólogos y los vecinos encuentran alrededor de los montículos hermoso ídolos que adornan los principales museos del mundo así como calles y avenidas del país.

Dejemos la arqueología y recordemos que aquí se libraron grandes batallas en la Independencia en la Reforma y en la Revolución, solo anotemos por la brevedad al General Desiderio Pavón, a Esteban Mascareñas en Ozuluama, al Coronel Manuel Casados, en Tantima batiéndose valerosamente en contra de los invasores franceses.

Hagamos votos porque el gobernador Cuitláhuac, ordene una recopilación bibliográfica e histórica de esta importante parte del Estado, cuya riqueza inigualable por el oro negro que abundantemente se ha extraído de sus entrañas y el oro verde de su agricultura, ganadería, pesca y pujante industria que ya se ve en las márgenes de su rio, pero sobre todo del intelecto de hombres y mujeres que han contribuido en la ciencia, en la política y en varias áreas del desarrollo humano; ello contribuiría a elevar nuestro orgullo y pertenencia a una región prodiga, laboriosa y alegre de Veracruz, que con una fuerza sobrehumana ha resistido las inclemencias constantes de ciclones, huracanes, inundaciones y sequias


Finalmente, con miras al futuro, no perdamos de vista los recientes acontecimientos electorales referidos, son una gran lección que debemos de asimilar para que nuestros líderes tomen las mejores decisiones y que no se equivoque por los perfiles y que tampoco se dejen llevar por la amistad, el nepotismo o los sentimientos de lealtad que le contagien los aspirantes, el pueblo no quiere imposiciones, ni siquiera de las mayorías, aunque esas decisiones sean benéficas, quiere auténtica democracia y quien la practique con claridad tendrá todo el apoyo popular.- Por el bien de la causa.