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Columnas y artículos de opinión
Juntos hacia el 24
Luciano Blanco González
6 de enero de 2023
alcalorpolitico.com
En política a cada momento varia la percepción aceptable o crítica que se tiene de quienes ejercen el poder, su mismo ejercicio está sujeto a ciclos fatales que marca el tiempo que nos obliga a conceptuarlos en un inicio y en un final.

El actual régimen al arrancar lo hizo montado en una inercia ansiosa impulsada por la población que, esperanzada, anhelaba con urgencia un cambio urgente, cansada por el comportamiento inaceptable de tecnócratas y políticos de los que se denunciaba desmedida corrupción e insultantes abusos de poder.

Aquellas conductas negativas, falsas o ciertas, fueron escandalosamente destacadas por los periodistas del momento que ahora sabemos pertenecían a la mafia del poder generándole un ambiente negativo al gobierno y partido en la cúspide, que ahora lo ha dicho el Presidente reiteradamente, estaban al servicio de los poderosos que eran dueños de todo y rapaces e insaciables querían aumentar sus riquezas a costa del erario.


Ellos mismos impulsaron con sus ataques y denuncias el empoderamiento de nuestro actual Presidente, quien pregonaba y pregona un cambio verdadero, consistente en acabar con el dispendio, combatir la inseguridad y en esencia practicar una política que privilegiara la atención a los pobres entre otras propuestas que cautivaban a quienes lo escuchaban en la plaza pública, o en el debate, ellos mismos le ponían la salsa picante a los ataques y a las denuncias haciéndolas furibundas y perniciosas, quizás porque creyeron que López Obrador iba a ser un títere a su servicio con el que iban a seguir disfrutando de las canonjías y privilegios a que estaban acostumbrados,

Sin embargo, se equivocaron con el entonces candidato, quien ya siendo Presidente les salió respondón y con un lenguaje flamígero, que con su denuncia desnuda las supuestas calidades morales que serían el sustento que los avala en sus puntos de vista para opinar sobre el quehacer político diario, que por demás ha sido acido e irritante, fueron ellos los periodistas, los intelectuales, quienes magnificaban los pecados, los defectos y los errores del sistema, los mismos que ahora hacen un feroz escándalo con otros temas, pero con el mismo fin: desgastar y, de ser posible, detener la transformación emprendida el primero de diciembre del 2018, tanto como sea necesario, hasta destruirla, en busca de un nuevo mecenas que los patrocine con bondadosos y abundantes recursos, no un mesías que los denueste, los exhiba y los induzca a asumir una actitud profesional, abundante de valores morales.

El efecto corrosivo de las palabras sólidas que emanan desde la presidencia y las voces difusas y dispersas que surgen de las pantallas, de la radio y de las redes chocan en los receptores provocando diversas reacciones que polarizan los ánimos de los oyentes y los inclinan a formarse o en el bloque de la reacción, como llama el Presidente a todos sus adversarios o en las filas de la transformación Obradorista.


Pero los recientes acontecimientos hacen pensar que ambas fuerzas se desgastan sin tregua alguna, así lo apreciamos a primera vista, el Presidente fracasa en su propuesta para modificar la constitución en materia electoral, que propone a sabiendas de que no se iba a aprobar en el Congreso ya que no cuenta con las 2 terceras partes que requiere la ley, aun así, no se dio por derrotado y vuelve a embestir enviando nuevamente al congreso un nuevo conjunto de leyes, conocido como el Plan B, que por torpeza y prisas de sus diputados, preocupados sólo por quedar bien, sin cuidar las formas. Los tiempos y el estilo, aprueban al vapor, incluyendo aberraciones como el garantizar la vida eterna de los partidos chiquitos que, sin alcanzar la votación necesaria para subsistir, seguirían conservando el registro, tema propuesto a espaldas del propio Presidente, se dice que el artífice de esta barrabasada fue el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien haya sido, lo cierto es que tuvieron que regresar la iniciativa reformada a la cámara de origen que ya no alcanzó a aprobarla.

El otro revés, que rasga la investidura presidencial, fue su manifiesto apoyo a la magistrada Yasmín Esquivel como candidata a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, todo parecía ir muy bien, al parecer los votos se cabildeaban a favor de una mujer honorable, sin tacha, fiel a los principios del cambio que marca la Cuarta Transformación, hasta que apareció a la vista de la opinión publica un error de juventud de Doña Yasmín, quien para titularse se fusiló una tesis, motivo suficiente para destruir toda la reputación que había acumulado durante años, dándole el puntillazo definitivo el propio Rector de la UNAM, quien hasta pareció complacido en declarar que en efecto se trataba de un plagio, sus pares que no la veían mal, pero que por representar al Presidente, a quien le tienen muina por las constantes denuncias que éste hace, tuvieron el pretexto suficiente para votar por otra opción. Para ellos podía ser cualquier otro, menos la magistrada Esquivel, que seguramente continuaría manteniendo a los ministros aguantando callados las verdades que les espeta el Presidente.

La cosa política está dando un giro peligroso, el bloque conservador está recuperando espacios que la Cuarta ya tenía ganados, esto no le importa al Presidente, quien posee una capacidad admirable para reposicionarse, entre más fuerte sea la adversidad, más fortaleza adquiere para continuar forjando y dando vida a sus ideales con una divisa más poderosa que el discurso, al hacer del erario público la moneda de la justicia social amparando a los desprotegidos, a los desvalidos, a los jóvenes ninguneados y a los antaño marginados.


Desafortunadamente, con este vuelco los villanos, sus críticos, comienzan a cubrirse con un manto de heroísmo al decirse atacados y menospreciados diariamente y a pesar de ello, sus verdades se han impuesto en el Congreso y en la Suprema Corte, aunque el primer mandatario tenga la razón, pero aceptemos que lo que no tiene es un equipo sólido y preparado que lo apoye.

Los secretarios de Estado y los senadores, varios de ellos están siendo arrastrados por la ambición de ser gobernadores y hasta presidentes de la república, sus diputados y senadores piensan y trabajan para reelegirse, los presidentes municipales hacen fila en la antesala de los presidentes del partido Morena o de los altos mandatarios tratando de destacarse para ascender aunque sea a una diputación.

Seguramente esta clase política emergente en el país, ha de lograr realizar sus sueños en la marcha unidos hacia el 24, si es que retoman el camino de trabajo con el pueblo, aunque desde ahora también los de enfrente, el bloque conservador se prepara con una fuerte dosis de esperanza para arribar al palacio nacional, choque de fuerzas, lucha de intereses en el marco fatal de ganar a como dé lugar, así es la democracia a la mexicana y mas al estilo Jalisco, el que no gana arrebata. Si el pueblo y las instituciones lo permiten.


Finalmente, ahora que el Ejército, la Marina y las fuerzas policiacas están repartiendo balazos para combatir el crimen deberían de sonar los aplausos de aprobación, lo que escuchamos es todo lo contrario, ahora son feroces críticas, fuera del Ejército y de las fuerzas armadas a nadie parece preocuparle sinceramente la muerte de 10 marinos en el desplome de un helicóptero que formaba parte del operativo exitoso en la captura del narcotraficante Rafael Caro Quintero, o la desaparición del coronel José Isidro Grimaldo en el Estado de Jalisco, o la muerte de los 10 custodios asesinados en el penal de Ciudad Juárez, Chihuahua y la muerte en emboscadas y secuestros de policías a lo largo del país, por eso esta reacción violenta, el contragolpe de la delincuencia ha sido sangriento, se creyeron intocables y la gente manipulada por intereses obscuros así lo ha llegado a creer, en el veneno de la desinformación se les olvida que Rafael Caro Quintero, Antonio Oseguera (Tony Montana), capo del cartel Jalisco Nueva Generación, Ovidio Guzmán, capo supremo del Cartel de Sinaloa, están detenidos en la Cárcel y que junto con ellos miles de mandos menores y sicarios, el que piense que la detención de Ovidio Guzmán, es un presente a Joe Biden que nos visita la semana que entra, lo hace seguramente con el muy claro interés de restarle méritos al Presidente y eso que dicen que son aliados. A todos les deseo un feliz y prospero año nuevo.- Por el bien de la causa.