Las constantes alianzas y rupturas que observamos de los partidos políticos, aun cuando sean de diversas ideologías, no son más que la suma de fuerzas para alcanzar el poder como objetivo primordial que es lo que justifica su existencia.

Que sean de ideología izquierdista, centrista, derechista o de conservadores y liberales, eso no importa, no se sabe de ningún partido que persiga un fin ilícito o que se haya creado para promover el mal o la destrucción, todos están creados para promover el desarrollo y el progreso humano dentro del marco de la ley.

La gran diferencia entre ellos es el método, la forma de hacerlo, que queda muy claro en sus propuestas públicas contenidas en sus estatutos y programa de acción, por eso cuando nació la coalición de "Juntos Haremos Historia", vimos conjugada una alianza nacionalista formada para favorecer a los mexicanos más desvalidos, la conservación del medio ambiente y la promoción del empleo, esto es a los partidos, Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo, quienes continúan unidos a pesar de las contradicciones gubernamentales que en el cumplimiento y desarrollo de sus programas tiene que afectar la tierra, las aguas en sus ríos, lagunas y cenotes, los pájaros, los tucanes, los changos, los jaguares y remover las piedras milenarias que a lo largo de siglos y centurias han permanecido ahí, dando testimonio de las grandes obras construida con una inteligencia aún no suficientemente explorada.


El silencio aprobatorio del Partido Verde puede costarle la vida misma al no salir a explicar, cuando menos, que ellos aprueban el proyecto más atacado por los ecologistas y críticos del sistema que ha desgastado y mucho el gran esfuerzo que hace el Presidente por reivindicar una región a la que urge proyectar, ellos deben de explicar su postura, porque en efecto se realizan obras de mitigación y de conservación que en el futuro vamos a tener más fauna en el área y además protegida.

El Partido Verde dio una lección de dignidad al retirar la propuesta de la ley electoral en la que se garantizaba “la vida eterna” del partido al subsistir aun sin votos suficientes en términos de ley para conservar el registro, este partido se ha excedido en sus programas de conservación y protección de la vida animal, gracias a ellos los niños ya no tienen la fortuna que nosotros como infantes disfrutamos al ver por las calles desfilando los vistosos circos con monumentales animales salvajes, desconocidos por nosotros al ser ajenos al medio.

No era mejor que en lugar de extinguirlos se les impusiera una mayor regulación, los adultos ya no tenemos corridas de toros, ya las peleas de gallos son clandestinas, parece que se está privilegiando la tristeza o el inclinarnos a otro tipo de actividades, pero bueno, viva la ecología que nos coloca como más civilizados y más humanos.


Bueno, ahora los animales somos nosotros, que nos encontramos empeñados en fieras y salvajes luchas fratricidas en la conquista por el control de los mercados, de las armas, de las drogas, del dinero sucio y ensangrentado con la sangre derramada en masacres, en torturas, destazados y embolsados cual objetos viles, producto de la incapacidad gubernamental de decenas de años en que políticas erróneas lejos de eliminarla se fomenta para desgracia nuestra. Aquí si se requiere crear un ambientalismo que nos saque el humo de la cabeza, los duendes de la imaginación y los demonios que andan desatados.

La gran alianza parece desgajarse, los fieles y leales aliados agarran su propio camino en el Estado de México y en Coahuila, al fin se decidieron a abandonar la cómoda posición de aliados con el poderoso, ahora ya no sumarán votos al compañero de ayer, van por votos para ellos mismos, no hay de otra, si quieren conservar los votos del electorado y sus escaños para emitir el voto allá donde sí vale para tomar las grandes decisiones del país, vale para cobrar las abundantes dietas y prerrogativas, los viáticos y el honroso derecho de ser apapachados por el primer mandatario de la nación y disfrutar del gusto de ser llamados para recibir las valiosas gracias por su respaldo. Ni modo hay que subsistir.

No se desquebraja, ni se cae por la indigna defección de Ricardo Mejía Verdeja, un hombre al que el señor Presidente le había dado toda la confianza, era un miembro del privilegiado circulo guinda gobernante, al que le obsequió un puesto relevante como Subsecretario de Seguridad Publica, el citado traiciona al Presidente y a su partido porque conociendo las reglas del juego, comprometido participa en una encuesta que pierde y no reconoce el resultado, motivo por el cual vocifera airado en contra de quienes eran sus amigos y sus aliados, la más piadosa comprensión, podría ser que su renuncia solo fue un pretexto para abandonar el barco pues indudablemente era de los que tenían el catalizador en la mano para saber el curso de los acontecimientos futuros, o bien lo mandaron a darle aire y vida al PT. Para que no muera.


La Alianza que va por México, integrada por el partido neoliberal, los conservadores y los democráticos, por su parte dan la impresión de que han encontrado el camino, están engallados, atrás quedaron las traiciones de “Alito”, los vituperios de Marko Cortez y la condena de Jesús Zambrano, es una alianza a la que le da animo la desesperación, se saben débiles, pero tienen confianza porque divididos no llegarán a ninguna parte, unidos cuando menos pondrán a pensar a sus adversarios, se están aprovechando de los errores de Mario Delgado, sueñan con que la suerte les favorezca en el Estado de México y Coahuila, para con ello empedrar el camino al Palacio Nacional.

Sueñan con que los millones de beneficiarios de los programas del Bienestar traicionen al Presidente, se equivocan, esa es la actitud de los privilegiados, de los riquillos no del pueblo que estará del lado del partido del Presidente.

Finalmente lo que sucede en la nación en donde se da una fuerte competencia entre los diferentes partidos políticos, la critica sana, mordaz y a veces grosera que se hace del gobierno, son una muestra palpable de que en México no hay dictadura, lo que sí hay es un ambiente intensamente democrático, se podría decir, sin limitaciones, lo que nos permite augurar que por este rumbo llegaremos muy lejos, para quedarnos o para irnos, o para llegar y establecernos según nos vaya, lo importante es México.- Por el bien de la causa.