Quien piense que el líder de la Cuarta Transformación por su extracción Priista es fiel a su origen en la forma de hacer política, ignoraría principios básicos que ejercita AMLO en su forma de conducirse totalmente diferente a la de sus antecesores, él ha roto varias de las reglas que permanecieron arraigadas por más de un siglo en la conducta y en la conciencia de la sociedad, la cual ahora no comprende los giros repentinos pero bien dirigidos para promover el cambio que aun parece utópico e irrealizable, intentando regenerar el desgastado sistema carcomido por la constante e imbatible pandemia de la corrupción

 Esta es aún anhelada como herramienta para resolver varios problemas por quienes carentes de ética y no deseando complicarse la vida con los abusivos funcionarios públicos o acortarse el camino en los asuntos privados, preferían practicarla en alguna de sus múltiples modalidades para resolver cualquier problema por difícil que fuera, cuando se expresaba que en México mediante la corrupción todo se podía resolver, menos la muerte, cuando menos eso decíamos.

Al más distinguido tabasqueño de la era moderna lo vemos intransigente y belicoso, no negocia porque a su decir es cederle paso al viejo sistema que todo lo arreglaba en lo oscurito y no informaba, para él, negociar una iniciativa, una posición o una idea es claudicar y retomar el camino sucio que heredó.


Su juego y su lenguaje político a veces es inexplicable, insiste en iniciativas que sabe perdidas por no contar con la mayoría necesaria en el Congreso, como esperando un milagro de reflexión y apoyo a pesar de que no lo tiene; exalta a sus colaboradores a pesar de que públicamente asuman conductas negativas, cuenta historias negras del pasado y del presente sin importar el lustre que tengan los aludidos, ataca abiertamente a sus adversarios a los que no les da ni treguas, ni respiros; celebra la ingratitud de quienes fueran sus colaboradores y tolerante, casi resignado soporta la traición de quienes le deberían estar agradecidos; sin embargo a él se le quiere más que lo que lo puedan rechazar sus adversarios.

Una de sus innovaciones más trascendente es la forma de seleccionar a su sucesor de manera pública y transparente dándole un réquiem al tapadísimo, provocando con ello un revuelo nacional que acelera la adrenalina y obliga a los adivinos a predecir varios escenarios que se presentarán muy pronto en la víspera de la selección.

Andrés Manuel en su afán democratizador, prefirió el camino difícil y peligroso de muestrear ante la opinión pública a quien pudiera sucederlo, todos de carne y hueso, con defectos y virtudes pero todos con la convicción de llevar adelante el programa político del Bienestar y comulgando con el principio de Primero los Pobres.


Pero en su peligroso ensayo, está poniendo en riesgo la posibilidad de sacar a quien sería su candidato adelante y expone el triunfo mismo de su partido, porque visiblemente sus candidatos ya no marchan mancornados y en paz, ni siquiera se les ve que compartan el amor que se juraron los primeros días, ahora cada uno trae su propio juego, formando grupos que juran se disciplinaran a quien sea el elegido, pero que traen su propio proyecto y ha sido tanta la ilusión y la esperanza entre sus seguidores, que ahora aguerridos se echan habladas y se patean debajo de la mesa, pronto se sacaran la lengua y se golpearan públicamente.

El inocultable apoyo y preferencia que el Presidente brinda a Claudia Sheinbaum, la ha convertido al interior de Morena, como la aspirante a vencer; ella cuenta con todo el apoyo de la estructura y los recursos del gobierno, además de contar con el apoyo de toda la nomenclatura de su partido.

Visiblemente no cuenta con el apoyo de la sociedad civil, pero también es tangible la capacidad de movilización que tienen para ello los cuadros políticos oficiales, un gobernador mueve a su partido y a los presidentes municipales y estos comprometidos a rendir buenas cuentas, mueven a su gusto a los vecinos con la promesa de que llegarán nuevos beneficios pero para ello hay que quedar bien, comprometiéndoles a entregar buenas cuentas, es decir urnas rebosantes de votos a favor de la señalada en sus respectivas casillas.


Pero Claudia no la tiene fácil; los últimos resultados electorales en la ciudad de México, nos muestran su vulnerabilidad, las delegaciones que se perdieron se debió en gran parte a la colaboración soterrada de algunos líderes de su mismo partido, que le agitaron las aguas a la candidata oficial colocándole obstáculos desde aquel momento, el Estado de México está dudoso o muy correteado, Jalisco perdido, Nuevo León igual, Veracruz es uno de los estados más firmes y mayoritariamente Claudista.

Adán Augusto, el hermano que siempre quiso tener el presidente, no repunta y más parece que lo metieron a la jugada para proteger a la favorita y fortalecer el Tabasco Power, el aparatoso acto de Minatitlán, estuvo organizado por el gremio petrolero, que es muy leal al hombre de Macuspana y se irán por donde éste indique, claro que aquí cuenta con lo que le pueda sumar el Diputado Sergio Gutiérrez, con grupos de maestros y ganaderos, Sergio quiere ser Gobernador, pero hasta ahora la firme es Rocío Nahle. Adán sí se disciplinaria a Claudia.

Ebrard y Ricardo Monreal son la vieja cuña del Obradorismo y caminarán juntos, se colocarán en el mismo rumbo y si no es nominado cualquiera de los 2, tirarán al monte por otro partido y de este par de distinguidos Morenistas uno de ellos figurará en la boleta de otro partido, el Morenismo con ellos, ganaría pero sin Morena.


Marcelo no va a declinar a su máxima aspiración, como lo ha hecho en dos ocasiones en que las encuestas lo han posicionado como un candidato competitivo con Andrés Manuel, una en la elección de la regencia del otrora Distrito Federal en el año 2000 y la otra en el 2012 en la elección Presidencial, ahora no declinará si otro es el candidato, pues no sería candidato su amigo Andrés Manuel, quien las dos veces le pidió que se sacrificara y que él seguía, para Marcelo es momento de cobrar la factura, por cierto, este personaje estará en el Norte de Veracruz el 21 de abril en Pánuco, en la mera Plaza Roja, para presentar su libro “El camino de México”.

En Veracruz no debemos de perder de vista a los viejos amigos y compañeros de lucha de AMLO, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, el súper delegado, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, la secretaria de Energía, Rocío Nahle y tardío pero en la misma fila, el presidente municipal de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil, del mismo potrero pero en otro corral, el diputado Sergio Gutiérrez.

El apetitoso pastel que se servirá en el 2024 es enorme y alcanzará para todos, lo que no excluye que sólo uno se quede con la Presidencia de la República, otros con las gubernaturas, las senadurías, diputaciones, los ayuntamientos y consecuentemente las secretarías y dependencias estatales y federales, pero si es mucha la gula y quieren comerse todo, corren el peligro de atragantarse y sucumbir, por eso hay que hacer votos por que el Presidente no se equivoque y haga una buena selección lo que redituará en la felicidad del pueblo de México, el bueno y el malo.- Por el bien de la causa.