El aroma del poder es tan subyugante que quien lo aspira una vez experimenta en su mente la rara experiencia de una ansiedad sin límites por poseerlo y hace hasta lo imposible por conquistarlo, para ello ensaya todo tipo de acciones, expone su dignidad, su honor y todo lo que sea necesario para lograrlo, no importa el ridículo social, la traición a sí mismo, el exhibicionismo público, o la abajuna sumisión degradante y servilista, lo importante es impregnarse de esa exótica fragancia que trastorna los sentidos.

Quienes ya lo disfrutan, dependiendo de lo cálida de la esencia, aspiran a que su calidad sea superior de tal manera que su olor se esparza en todo el ambiente. El perfume como el poder es temporal, efímero, se esfuma con el tiempo, no importando el espacio material de su alcance, a veces la mínima brisa se los lleva o un fuerte ventarrón los barre.

Por eso a nadie sorprenda que nuestros mandatarios cuando están en el poder, poseídos maquinan la forma de sostenerse en él por mucho tiempo y seguir decidiendo cuándo se mueve una hoja y cuándo no, o quizás para poner una enorme tapadera para evitar la fuga del perfume pestilente y agrio de su mal quehacer, o un incondicional que no le haga rendir cuentas y tenga la osadía de llamarlo a los tribunales, desean que su perfume de buen gobierno siga invadiendo el ambiente para trascender en el futuro como los mejores.


Así fue en los dos últimos siglos la conducta de todos los presidentes que lograron colocar a sus sucesores, al que la opinión califica como política transexenal, la excepción puede ser Ernesto Zedillo, a quien no le interesó sacrificar a Francisco Labastida y permitir que se iniciara la alternancia con Vicente Fox, quien pretendió imponer a Santiago Creel como candidato, mismo que fue derrotado por Felipe Calderón, quien a su vez quiso imponer a su secretario Ernesto Cordero, quien fue derrotado en las elecciones internas del PAN, por Josefina Vásquez Mota.

Los rumores afirman que quien sí supo manejar la sucesión fue Enrique Peña Nieto, quien en su afán de cumplir un pacto obscuro con AMLO para que le permitiera gobernar después de los bloqueos del Paseo de la Reforma que aquel le organizó, se comprometió a hacerlo su sucesor a cambio de que levantara su movimiento descalificando la elección y para cumplirle le puso como candidato a José Antonio Meade, un hombre inteligente pero sin carisma, iniciando una implacable persecución penal en contra de Ricardo Anaya del PAN, allanándole con ello el camino a López Obrador, quien triunfó arrolladoramente.

Andrés Manuel nos da constantes lecciones de política para cuyo desarrollo cuenta con varios escenarios, ello explica el corolario que desarrolla en sus planes A, B, C, o numéricos 1, 2, X. esto es, las alternativas con sus consecuentes variantes previendo en cada uno qué haría si algo sucede, de tal manera que nada improvisa.


Así, en la sucesión ha sido muy claro desde el principio en que sembró la inquietud y ventiló sin reservas de ninguna naturaleza lo 3 nombres que todos conocemos. Claudia, Marcelo y Adán Augusto, ante los reclamos dijo que podrían ser 4 o 5 o los que sea necesario, por ello dando penas Monreal y Noroña han tratado de colarse a las listas y de hecho estarán para validar el juego democrático, pero sin ninguna posibilidad.

Andrés Manuel tiene un doble juego en la mano con la que está seguro aniquilará a la oposición que cree contar con la sociedad civil como principal resorte de impulso que, como nos consta, ha concurrido masivamente a los actos que para protestar en contra de la política Obradorista, por cuya causa se ha desbordado en las calles.

El mandatario lo sabe, pero también sabe como arrebatársela, de hecho se la está quitando de manera paulatina sin que nadie se dé cuenta, ya hemos dicho que la favorita es Claudia, esto es inocultable, pero tampoco se puede ignorar que Marcelo cuenta con una amplia simpatía en el seno de la sociedad civil que en el momento de las decisiones apoyaría la menos peor, estando dispuesta a hacer lo que sea con tal de derrotar a la caja de resonancia y copia fiel del líder nacional.


Veamos, Andrés Manuel va a seguirse manifestando públicamente por Claudia a sabiendas de que ella cuenta con todo el apoyo de las bases morenistas y de los beneficiarios de los programas sociales del Bienestar, pero no tiene atractivos para el resto del electorado, ésta y Marcelo se van a seguir agrediendo a sabiendas de que quien manda los puede poner en orden cuando él quiera, pero no, con su actitud nos van a hacer pensar que existe un pleito real y que no son iguales.

De tal manera que, sea cual sea la decisión o el resultado de la consulta, Claudia será candidato de Morena y Marcelo por otro partido, uno jalará a los morenistas y el otro a la sociedad civil, descobijando en automático a la oposición cuyo activo al no verle posibilidades se irá con Marcelo.

La ruta se definirá con mayor claridad cuando en septiembre la coalición y todos los partidos tienen la obligación de registrar la convocatoria en la que se establezca el procedimiento de selección.


Es posible que la convocatoria de la hasta ahora coalición de Juntos Hacemos Historia, establezca el procedimiento de consulta, ¿a quiénes? Exclusivamente a sus afiliados con credencial, a sus simpatizantes o a la sociedad en general, conociendo al líder natural de la coalición no se duda de que sea una consulta abierta a todos los ciudadanos y bastará entonces con la credencial de elector, para que quien quiera se presente a la casilla y vote por el aspirante que desee.

No de otra manera se explican las recientes señales que se están mandando desde palacio entre otras, la reciente exculpación que hizo Adán Augusto respecto de la posible responsabilidad de Ebrard respecto a lo sucedido a los 40 migrantes que murieron quemados en Ciudad Juárez y que Adán atribuyó originalmente a Marcelo. La fotografía distribuida por la Presidencia de la República en que la primera dama, o la presidenta como le llama cariñosamente el pueblo a Doña Beatriz Gutiérrez Muller, aparece dando un fuerte abrazo fraternal al Canciller en un acto en el que nada tenía que hacer éste. Todo esto nos revela que hay una notoria cercanía y distinciones de la familia presidencial a este personaje y la clara intención de proyectarlo como bien visto y querido en Palacio Nacional, máxime ahora que está protegido por las buenas vibras de los brujos de catemaco. (xico)

La recepción que se le hizo en Veracruz, el gobernador Cuitlahuac García Jiménez y no precisamente para mostrar el piso parejo, porque en aquella reunión en el Palacio de Gobierno en Xalapa, no había necesidad de invitar a terceros, fue la oportunidad de acercarle los cuadros políticos afines, habrá que reconocer la finura del pretexto para estar cerca de un posible sin quebrantar los sagrados deberes de la lealtad, se demostró en Veracruz sus gobernantes son fieles al partido y al Presidente.


También es de destacarse la presencia de doña Patricia Lobeira de Yunes, presidenta municipal del Puerto de Veracruz en la conferencia magistral que impartió Ebrard, en la que tuvo la gentileza de sentar junto a él a la encarnación misma de la oposición en el Estado, esta fotografía pasmó a los más templados y demostró que el aspirante sabe dialogar y convivir con sus adversarios sin estorbosos prejuicios, se desconoce quiénes sean los artífices de esta jugada pero los observadores creen que por la forma fina de tejer, debe de haber sido la mano diestra de José Luis Ampudia quien es uno de los principales operadores del Ministro en este Estado.

Mientras Claudia, cual adolescente enamorada, presidía un acto con su novio en Mazatlán, Sinaloa, organizado por el gobernador de aquel estado, Rubén Rocha Moya, quien pretendió mostrarla como sinaloense por ese hecho y Don Adán Augusto, feliz en Chiapas en un acto que le organizó su cuñado Rutilo Escandón Cadena, como que no les da para más.

Finalmente, no es momento de comer ansias, aun faltan más de seis meses para el desenlace de esta novela, mientras se acentúa la narrativa presidencial de que sólo será su candidato el que compita con fuerza y para ganar porque dice que la oposición está acabada, así lo dicen las encuestas, pero son las mismas encuestas en las que el PRI, adelantaba sus triunfos para resultar derrotado a la hora de la verdad, por lo que ambos bandos deben de irle echando toda la carne al asador si es que van a querer celebrar el día de la verdad, en que más de medio México brindará jubiloso y menos de la mitad llorará de rabia y de impotencia.- Por el bien de la causa.