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Columnas y artículos de opinión
Tragedia electoral en puerta
Luciano Blanco González
12 de mayo de 2023
alcalorpolitico.com
La sacudida social que está experimentando el país amenaza con un inevitable final violento, máxime cuando parece no haber nadie comprometido a evitarlo, por el contrario, se percibe una ciega intención de acelerar las contradicciones entre los bandos muy definidos que mutuamente se agreden, hasta que lleguemos al ineludible enfrentamiento.

La transformación avanza de manera muy lenta, sus operadores aun cuando se les marca el rumbo de manera clara mediante discursos directos, no han sido capaces de absorber e interpretar las líneas de acción que les permitan actuar como eficaces multiplicadores en las células que el estado y el partido les ha dado la confianza de manejar.

Simplemente han tomado como arma poderosa a la advertencia para garantizar la lealtad y el apoyo de los beneficiarios de los programas sociales y de los militantes, a quienes espanta la posibilidad de que el sumo benefactor o su sucesor no les suministre las becas, las pensiones o que suprima los programas bandera como Sembrando vida o de Jóvenes construyendo el futuro.


De ese esquema rutinario no pasan, no son capaces de convencer al resto de la sociedad de lo importante que es el continuismo para el país y para el Morenismo y que un error puede ser fatal para subsistir inclusive en la nómina o en el ascenso que poco a poco creen ganar.

Quien sí convence es el presidente, cuyas propuestas de avanzada se han desmoronado ante la cruda realidad que una y otra vez le ha sido adversa, soñamos como él, con un sistema de salud y medicina para todos con los más altos estándares de calidad, con médicos generales y especializados, pero nunca nadie previó la catástrofe que provocó la pandemia del Covid, a cuyo combate se dedicaron todos los recursos destinados para el sistema hospitalario, a ello se concentró todo el esfuerzo, como respuesta a la obligación del Estado para garantizar la salud de los gobernados.

Ahora da la impresión de que la atención a los enfermos es selectiva, con el nuevo programa del IMSS Bienestar, tienen acceso los trabajadores que pagan sus cuotas y en las clínicas todas las clases marginadas, claro que si se es burócrata, maestro, soldado o policía puede concurrir a las clínicas del ISSSTE, pero los otros mexicanos trabajadores informales, clase medieros, profesionistas o aquellos que se la dan de muy, ahí están las clínicas y sanatorios privados dispuestos a despelucarlos, siempre ha sido así, el que tenga que pague.


Claro que siempre ha sido así, pero ahora se ha agudizado ese sector y del publico los profesionales de la medicina desertan al privado porque con una consultita sacan el día en cambio allá tienen una carga de consultas muy pesada.

Dejaron solo al Presidente en el problema con el INE, la sociedad que concurrió al Zócalo lo hizo más a una concentración festiva que a apoyar una postura definida, la sociedad civil en cambio lo hizo por voluntad espontanea, esto nos revela que aun cuando no hay una oposición organizada en torno a un eje central, está ahí agazapada, rumeando descontento, pero esperando a que el momento de las definiciones.

Entonces, surgirá de entre el conjunto de aspirantes un nuevo líder quienes esas masas seguirán con razón o sin razón, convencidos o no, el frente amplio se conformará en medio de grandes turbulencias que incendiarán al país, pero que finalmente se unificarán, los pleitos domésticos se acentuarán, a pesar de los desesperados que ya quisieran saber quién es, a este por estrategia no lo enseñan, saben que apareciendo de inmediato, la Unidad de Inteligencia Financiera iniciará una investigación, aparecerán cuentas pendientes del pasado, La Secretaría de Hacienda, descubrirá que es un evasor de impuestos, se narrarán las peores historias de su vida, aparecerán dudas sobre su sexualidad, se descubrirá que ha hecho alianzas con lo peor de México, en fin que se le desgastará hasta hacerlo indigno del voto popular.


La gente se cuida al opinar, así sea en las encuestas presenciales o en línea, sospecha que es espiado, no cree que su opinión sea anónima, teme represalias desde luego porque piensan que están en tiempos pasados en que el pensamiento, las ideas y sus expresiones eran castigadas.

Lo ha dicho el Presidente, “hay que convencer, nada por la fuerza”, por eso sus mensajes fuertes en contra de todo lo que le parece mal, da la impresión de que es un lenguaje agresivo, realmente es un discurso inductivo con el propósito de que sus adversarios moderen su conducta o la remienden, pero realmente no le ha funcionado, los periodistas ni se arrugan, ni se agachan, le han resultado respondones.

Los funcionarios han ido más allá, han traspasado la barrera de la sumisión y ya no se diga de su propia naturaleza de coordinación a la que han renegado, llegando inclusive a la insolencia demoledora y grosera, para muestra el botón del expresidente del INE. Lorenzo Córdoba, o los diputados y los senadores que desahogan sus pasiones toxicas sin limitación alguna, pero al patriarca como a Don Benito Juárez, no lo despeina ni el ventarrón.


No logró convencer a los ministros de la Suprema Corte para que apoyaran las leyes electorales que forman parte del Plan B, ese fue un golpe devastador en contra de las intenciones presidenciales, que obliga a recomponer las estrategias que se instrumentan para la sucesión presidencial, toda vez que las elecciones del próximo año se desarrollarán con la ley vigente, es decir, con las normas y procedimientos que establece La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.

De ahí que todos los aspirantes y partidos políticos, deben de tener sumo cuidado en la promoción de sus campañas anticipadas, pues no sería de extrañarse que las autoridades de la materia negaran el registro de algún aspirante por actos anticipados de campaña o por el uso de recursos públicos por parte de los funcionarios, ya que ello rompe el principio de equidad. Sí creo que, por respeto a la constitución y a la ley, los aspirantes más cuerdos deben de frenar sus ambiciones y no exponerse. Mostrando su respeto a la Constitución y a la ley, ganarían más simpatías, si inclusive tuvieran que rebelarse a sus partidos y no prestarse a un juego ilegal.

Muy plausible las inconformidades que se ventilan en contra de la resolución de La Suprema Corte de Justicia, porque son muestras de lealtad infinita al presidente y sus ideas, pero ya nada se remediará más que atizar el fuego de la polarización, pues nada depreciará a esa institución que conocemos como garante de la Constitución, las reformas que se pretendían no son del todo malas, lo negativo fue que no existió el consenso necesario y el acuerdo de la nación para reformar las leyes que de ella emanan.


Finalmente, habrá que decir que la feroz lucha que libran las fuerzas políticas de la nación, entre quienes pretenden restaurar el viejo sistema y quienes pretenden reformarlo, es preludio de que tendremos un escenario sumamente ríspido durante las elecciones y después de ellas. Si ahora se enfrentan verbalmente, con plantones, con marchas, con agresiones físicas y verbales, tomando el Senado, sitiando el edificio que alberga la Suprema Corte, agrediendo a los ministros y a todos los políticos de ambos bandos en las redes sociales y en la televisión, habrá que pensar en que va a correr mucha sangre si no se impone de manera urgente la civilidad, ello le corresponde a nuestro presidente quien es responsable de conducir el barco y de que las aguas no se agiten de más para no causar tragedias. Por el bien de la causa.