Los gobernantes utilizan mucho las "escenografías" para tratar de diluir problemas, dar la sensación de que todo está bien (o por lo menos no tan mal) o destacar alguna acción de gobierno. La Guardia Nacional fue puesta en marcha en Minatitlán, directamente por su impulsor, el entonces presidente López Obrador, luego de una sacudida por otra masacre cometida en el sur de Veracruz.
El 19 de abril de 2019 sicarios llegaron a una fiesta particular y dispararon a los presentes matando a 14 personas. Unos días después AMLO llegó a Minatitlán y, sin regulación legal, puso en operación a la Guardia Nacional: "Vengo a Minatitlán a decirles: No están solos. Tienen el apoyo completo de su gobierno, el gobierno de la República”, dijo.

Así es que habilitaron a un buen número de soldados, les quitaron el uniforme verde olivo y les pusieron el de la GN, y los llevaron a Mina para que el entonces presidente pudiera poner en operación a esa policía.
Se dijo que meterían orden y llevarían la tranquilidad que anhelaban los minatitlecos. ¿Qué pasó? ¿Hubo resultados positivos por parte de esos nuevos elementos de la GN?
Lo que sucedió es que, tras la ceremonia encabezada por López Obrador, al otro día se fueron los supuestos integrantes de la Guardia Nacional y Minatitlán (como Coatzacoalcos, Acayucan, Oluta, Sayula, Texistepec, Jáltipan, Cosoleacaque, Las Choapas o Agua Dulce) sigue sufriendo por la inseguridad. Algo así acaba de suceder en Coxquihui, Zozocolco, Cerro Azul y Coahuitlán lugares donde la gobernadora Rocío Nahle gestionó que la Guardia Nacional y elementos del Ejército fueran a dar seguridad para que pudieran realizarse las ceremonias del Grito y los desfiles.


Finalmente en esos municipios, como en Ixhuatlán del Sureste, no hubo Gritos, pues los alcaldes argumentaron, con razón, que los suspendieron dada la inseguridad y para evitar acciones criminales que afectaran a la población. Hicieron bien los alcaldes, preferible prevenir. Lo que desean los pobladores de esas comunidades -como de muchas otras- es vigilancia y seguridad permanentes, no que les envíen a policías y soldados por dos o tres días para que les tomen la foto y no se diga que en Veracruz no se realizaron los Gritos por la inseguridad.
Habrá quien pretenda sacar raja política de los hechos violentos, muy lamentable eso, pero es una realidad que en Veracruz hay inseguridad. Solo basta ver lo que ha sucedido en distintos lugares del Estado en los últimos días.
Ejecución de una pareja en Martínez de la Torre. Ejecución de dos mujeres en Coatzintla. Ejecución de dos mujeres en Papantla. Robo de una patrulla en Fortín, por lo que hubo persecución y balacera. Y estallido de dos paquetes explosivos en mercado de Orizaba.

¿QUE VIVA VERACRUZ?

Gobernaba Patricio Chirinos y le hicieron la maldad de mostrar su acta de nacimiento en la que se veía que fue asentado en Tamuín, San Luis Potosí. Chirinos es panuquense, huasteco, ahí nació y ahí vivió su infancia, solo que fue registrado en Tamuín, cercano a Pánuco. Pero con esa acta le generaron un escandalito que no pasó a más.
Otros gobernadores no nacieron en Veracruz, pero sus padres sí y por lo tanto eran veracruzanos. Uno incluso tenía doble acta, una de Veracruz y otra del entonces Distrito Federal. A otro nunca se le conoció a un compañero de infancia jarocho.

Cuando lanzaron la bombita del acta de Tamuín, el entonces secretario de Gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares, lanzó esta frase: -Mi jefe no necesita disfrazarse de jaranero para ser veracruzano.
Viene esto a cuento porque la gobernadora Rocío Nahle, en su primer Grito por las fiestas patrias se vistió de jarocha, seguramente para remarcar su veracruzaneidad, dado que es nativa de Zacatecas, aunque eso legalmente no le impidió ser gobernadora de Veracruz, pero en la campaña sí le acarreo críticas.
A más de un año de que ganó la gubernatura, después de haber sido zarandeada por comentarios adversos, Nahle quiso vestirse de jarocha y revivió lo de su origen no veracruzano. Lo de dar el Grito ha de generar cierto nerviosismo, en unos menos en otros más, porque se sabe que miles de ojos están puestos en quien lo da, así que cuidan la vestimenta, lo que dirán y cómo vitorearán a los héroes y heroínas.

¿Cómo le fue a la Gobernadora vistiéndose de jarocha?, tú lector tienes la mejor opinión. Lo que es una realidad es que se le olvidó -¿o no quiso decirlo?- arengar a las veracruzanas y veracruzanos para que la acompañaran en los vítores, sólo dirigiéndose a las mexicanas y los mexicanos.
¿Olvido por nerviosismo?