5 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
Penuria económica y vacío de ideología
Yunes Landa, activo en BC
Los partidos políticos que se evidencian por monopolizar los cargos públicos, experimentan una difícil etapa de hartazgo electoral, no únicamente de los institutos políticos, sino también de la instancia que se encarga de organizar las elecciones.
Complicado es el panorama que se vislumbra para quienes aspiran a contender por una curul en el Congreso local o por una alcaldía el próximo siete de julio, por las penurias económicas que enfrentan una buena cantidad de municipios que han venido operando con números rojos, situación que se agudizó a partir del último trimestre del 2012.
El problema de endeudamiento de entidades y municipios se torna muy serio, más por el hecho de que las calificadoras internacionales Moodys, Fitch y Standard & Poors, S&P, han aplaudido la decisión de la Secretaría de Hacienda de no rescatar a los estados y municipios endeudados, por lo cual han recomendado al Ejecutivo Federal, sostener su política de no rescate a las regiones con crisis de liquidez.
Esta situación, quiérase o no, impacta de manera directa en el desarrollo de las campañas políticas, porque precisamente es el dinero el principal ingrediente, que aun en los casos de municipios que no registren endeudamiento, tampoco se puede decir que estos mismos se encuentren en la abundancia.
La desesperación de las organizaciones políticas los puede orillar al último recurso, al reciclaje de candidatos, a aceptar candidatos que cuenten con suficientes recursos económicos, tal vez sin importar el origen de estos. En muchos casos puede ser que desde este momento ya se los disputan las instituciones políticas.
Habrá aspirantes surgidos de la desmedida ambición, con carencia o vacío de ideología, que hoy más que nunca se manifiesta en forma clara, eso podría o no incumbir, lo que interesa es que los candidatos tengan el dinero suficiente para poder hacer campaña, de lo contrario, las posibilidades de triunfo serán escasas o nulas.
Ante todo esto que sucede, el problema mayor para la ciudadanía radica en la crisis y vacío de voluntad y verdadera vocación de servicio de muchos quienes aspiran a un cargo de elección popular.
LA ARDUA TAREA QUE LE FUE ENCOMENDADA al senador veracruzano Héctor Yunes Landa, como delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Baja California, lo obliga a redoblar esfuerzos para cumplir primeramente en el Senado de la República, con los veracruzanos, pero también con su partido.
Ser delegado del tricolor en una entidad como Baja California, gobernada por Acción Nacional desde 1989; donde PAN y PRD pueden lanzar un candidato de unidad, no debe ser nada fácil, pero el choleño se ha comprometido a salir avante en el proceso electoral.
El fin de semana en aquella entidad, Yunes Landa reconoció que el error en la nominación de los candidatos, fue el problema que llevó al Partido Revolucionario Institucional a perder las elecciones en Sinaloa, Oaxaca y Puebla; el senador Héctor Yunes recordó como ejemplo el caso del sinaloense, Mario López Valdez, mejor conocido como Malova, quien era senador priísta, con todas las condiciones de ganador, pero otro fue el postulado y entonces ganó los comicios cobijado en otras siglas partidistas.
Por algo fue enviado Yunes Landa a BC, porque conoce las entrañas de la política, por lo que expresó al referirse a los siete aspirantes a candidato tricolor por la gubernatura: “Lo que hay que cuidar es la selección del candidato. No sólo quién es el más conocido, sino quién es el que tendría la mayor rentabilidad electoral, por quién votaría la gente, con quién salimos con menos raspones”.
[email protected]
Yunes Landa, activo en BC
Los partidos políticos que se evidencian por monopolizar los cargos públicos, experimentan una difícil etapa de hartazgo electoral, no únicamente de los institutos políticos, sino también de la instancia que se encarga de organizar las elecciones.
Complicado es el panorama que se vislumbra para quienes aspiran a contender por una curul en el Congreso local o por una alcaldía el próximo siete de julio, por las penurias económicas que enfrentan una buena cantidad de municipios que han venido operando con números rojos, situación que se agudizó a partir del último trimestre del 2012.
El problema de endeudamiento de entidades y municipios se torna muy serio, más por el hecho de que las calificadoras internacionales Moodys, Fitch y Standard & Poors, S&P, han aplaudido la decisión de la Secretaría de Hacienda de no rescatar a los estados y municipios endeudados, por lo cual han recomendado al Ejecutivo Federal, sostener su política de no rescate a las regiones con crisis de liquidez.
Esta situación, quiérase o no, impacta de manera directa en el desarrollo de las campañas políticas, porque precisamente es el dinero el principal ingrediente, que aun en los casos de municipios que no registren endeudamiento, tampoco se puede decir que estos mismos se encuentren en la abundancia.
La desesperación de las organizaciones políticas los puede orillar al último recurso, al reciclaje de candidatos, a aceptar candidatos que cuenten con suficientes recursos económicos, tal vez sin importar el origen de estos. En muchos casos puede ser que desde este momento ya se los disputan las instituciones políticas.
Habrá aspirantes surgidos de la desmedida ambición, con carencia o vacío de ideología, que hoy más que nunca se manifiesta en forma clara, eso podría o no incumbir, lo que interesa es que los candidatos tengan el dinero suficiente para poder hacer campaña, de lo contrario, las posibilidades de triunfo serán escasas o nulas.
Ante todo esto que sucede, el problema mayor para la ciudadanía radica en la crisis y vacío de voluntad y verdadera vocación de servicio de muchos quienes aspiran a un cargo de elección popular.
LA ARDUA TAREA QUE LE FUE ENCOMENDADA al senador veracruzano Héctor Yunes Landa, como delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Baja California, lo obliga a redoblar esfuerzos para cumplir primeramente en el Senado de la República, con los veracruzanos, pero también con su partido.
Ser delegado del tricolor en una entidad como Baja California, gobernada por Acción Nacional desde 1989; donde PAN y PRD pueden lanzar un candidato de unidad, no debe ser nada fácil, pero el choleño se ha comprometido a salir avante en el proceso electoral.
El fin de semana en aquella entidad, Yunes Landa reconoció que el error en la nominación de los candidatos, fue el problema que llevó al Partido Revolucionario Institucional a perder las elecciones en Sinaloa, Oaxaca y Puebla; el senador Héctor Yunes recordó como ejemplo el caso del sinaloense, Mario López Valdez, mejor conocido como Malova, quien era senador priísta, con todas las condiciones de ganador, pero otro fue el postulado y entonces ganó los comicios cobijado en otras siglas partidistas.
Por algo fue enviado Yunes Landa a BC, porque conoce las entrañas de la política, por lo que expresó al referirse a los siete aspirantes a candidato tricolor por la gubernatura: “Lo que hay que cuidar es la selección del candidato. No sólo quién es el más conocido, sino quién es el que tendría la mayor rentabilidad electoral, por quién votaría la gente, con quién salimos con menos raspones”.
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