29 de abril de 2013
alcalorpolitico.com
El crecimiento de la economía veracruzana ha tenido un nulo impacto en el empleo y en el bienestar de la población debido a que su fortaleza está basada en unos cuantos subsectores productivos, los que sin embargo, no forman cadenas productivas con el resto de la economía estatal, ni son grandes generadores de empleo.
Al analizar los subsectores que dominan la producción estatal, resulta claro lo que pasa: la dinámica de la economía veracruzana descansa sobre un único sector que es la actividad petrolera, mientras que el resto son, en su mayoría, subsectores de muy baja productividad, es decir, es una economía pobre y petrolizada. Veamos: El 25.9% del producto interno bruto del estado (PIBE) lo genera la industria química, el 14% la industria de extracción de petróleo y gas, el 11.3% la fabricación de productos derivados del petróleo y carbón. Es decir. El 51.2% del PIBE, se genera en la industria petrolera, en donde se realiza el 49% del total de la inversión productiva estatal, y en donde los salarios sin embargo, el beneficio es para muy pocos trabajadores, ya que estos subsectores contribuyen muy poco al empleo, pues generan apenas 3.7% del total de puestos de trabajo en la entidad.
En la industria química el salario promedio es de 29,200 pesos, en la Extracción de petróleo y gas, de 36,464 pesos y en la Fabricación de productos derivados del petróleo, es de 32 mil pesos. Asimismo la productividad del trabajo (la riqueza generada por cada trabajador) es muy elevada comparada con el resto de los subsectores: en la Industria de fabricación de productos derivados de petróleo, es de 1,523,395 pesos por trabajador, en la Industria química de 678,510 y en la de Extracción de petróleo y gas, de 557,866 pesos.
En cambio, en los subsectores que más contribuyen al empleo, los salarios son sumamente bajos, estos son: Comercio al por menor de abarrotes, Servicios de preparación de alimentos y bebidas, Servicios de apoyo a los negocios y Servicios de reparación y mantenimiento. Estos cuatro subsectores representan el 50% de la empresas estatales y generan el 33% del empleo estatal, pero sólo contribuyen con el 4.4% del PIBE, el 1.8% de la inversión bruta y con apenas el 10% del total de las remuneraciones estatales, pues ahí los salarios son, en promedio, de 2,278 pesos mensuales, es decir, quince veces menos que en la industria petrolera. En el subsector de Servicios de apoyo a los negocios el salario es de 3,422 pesos promedio por trabajador, en los Servicios de reparación y mantenimiento, de 1,616 pesos y en los Servicios de preparación de alimentos y bebidas, de tan sólo 1,015. Asimismo, la productividad es muy baja: en los Servicios de apoyo a los negocios, de 12,861 pesos por trabajador, en los Servicios de preparación de alimentos y bebidas, de 8,501 pesos, en los Servicios de preparación de alimentos y bebidas de 8,502 y en el Comercio al por menor, de tan sólo 3,607 pesos mensuales por trabajador.
Queda claro, por qué, en Veracruz, el crecimiento no genera desarrollo. La pregunta, es, ¿Qué se ha hecho en los últimos años para resolver este problema? Porque, según se ve, las políticas públicas para el desarrollo no han servido para nada. Tal vez por la ineficiencia del gobierno, tal vez por la corrupción que prevalece. Lo importante es saber qué se debe hacer.
[email protected]
Al analizar los subsectores que dominan la producción estatal, resulta claro lo que pasa: la dinámica de la economía veracruzana descansa sobre un único sector que es la actividad petrolera, mientras que el resto son, en su mayoría, subsectores de muy baja productividad, es decir, es una economía pobre y petrolizada. Veamos: El 25.9% del producto interno bruto del estado (PIBE) lo genera la industria química, el 14% la industria de extracción de petróleo y gas, el 11.3% la fabricación de productos derivados del petróleo y carbón. Es decir. El 51.2% del PIBE, se genera en la industria petrolera, en donde se realiza el 49% del total de la inversión productiva estatal, y en donde los salarios sin embargo, el beneficio es para muy pocos trabajadores, ya que estos subsectores contribuyen muy poco al empleo, pues generan apenas 3.7% del total de puestos de trabajo en la entidad.
En la industria química el salario promedio es de 29,200 pesos, en la Extracción de petróleo y gas, de 36,464 pesos y en la Fabricación de productos derivados del petróleo, es de 32 mil pesos. Asimismo la productividad del trabajo (la riqueza generada por cada trabajador) es muy elevada comparada con el resto de los subsectores: en la Industria de fabricación de productos derivados de petróleo, es de 1,523,395 pesos por trabajador, en la Industria química de 678,510 y en la de Extracción de petróleo y gas, de 557,866 pesos.
En cambio, en los subsectores que más contribuyen al empleo, los salarios son sumamente bajos, estos son: Comercio al por menor de abarrotes, Servicios de preparación de alimentos y bebidas, Servicios de apoyo a los negocios y Servicios de reparación y mantenimiento. Estos cuatro subsectores representan el 50% de la empresas estatales y generan el 33% del empleo estatal, pero sólo contribuyen con el 4.4% del PIBE, el 1.8% de la inversión bruta y con apenas el 10% del total de las remuneraciones estatales, pues ahí los salarios son, en promedio, de 2,278 pesos mensuales, es decir, quince veces menos que en la industria petrolera. En el subsector de Servicios de apoyo a los negocios el salario es de 3,422 pesos promedio por trabajador, en los Servicios de reparación y mantenimiento, de 1,616 pesos y en los Servicios de preparación de alimentos y bebidas, de tan sólo 1,015. Asimismo, la productividad es muy baja: en los Servicios de apoyo a los negocios, de 12,861 pesos por trabajador, en los Servicios de preparación de alimentos y bebidas, de 8,501 pesos, en los Servicios de preparación de alimentos y bebidas de 8,502 y en el Comercio al por menor, de tan sólo 3,607 pesos mensuales por trabajador.
Queda claro, por qué, en Veracruz, el crecimiento no genera desarrollo. La pregunta, es, ¿Qué se ha hecho en los últimos años para resolver este problema? Porque, según se ve, las políticas públicas para el desarrollo no han servido para nada. Tal vez por la ineficiencia del gobierno, tal vez por la corrupción que prevalece. Lo importante es saber qué se debe hacer.
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