Ciento cuarenta y cuatro hectáreas de cultivos de maíz quedaron devastados como resultado de una infestación de la plaga conocida como “gallina ciega”, la cual no ha sido controlada en algunas zonas de cultivo, en cuatro municipios de la región.
Este día, representantes de la Junta Estatal de Sanidad Vegetal, dirigida por Teresa Tlecuile Xocohua, recorrieron las congregaciones de Llano Grande y Cecilio Terán, en la zona conocida como El Aserradero, para hacer entrega de un herbicida que erradique una plaga.
El alcalde Guillermo Mejía Peralta señaló que es preocupante el ingreso de esta plaga que afecta tierras de cultivo de campesinos que sostienen su economía del maíz y otros productos.
Fidel Rodolfo Ramírez Rosas y Juan de los Santos Rosas, encargados del área de Fomento Agropecuario, recibieron la solicitud de ayuda de los productores de maíz y frijol, afectados por la citada plaga. Al recorrido se unió el titular del distrito 005 de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Emilio Rodríguez Escalante y César Meza, encargado técnico de la Junta Estatal de Sanidad Vegetal.
Ambos analizaron el suelo bajo la siembra de las milpas, donde detectaron la presencia del insecto, técnicamente conocido como coleóptero, llamado también “gallina ciega”, el cual al reproducirse se convierte en un mayate, popularmente conocido por la gente.
“Su presencia es cíclica, es decir, se detecta cada cinco a seis años y su función es transformar la materia orgánica, convirtiendo la tierra en fértil o apta para la siembra si se le controla”, coincidieron los expertos.
Para la representante de la Junta Estatal de Sanidad Vegetal, Teresa Tlecuile, es necesario que la gente se capacite en tres métodos de control. Primero el cultural, que se refiere al manejo de suelo, aportación de materia orgánica y la diversidad de siembra. Control biológico: que sería aportar hongos al suelo para encapsular larvas de la plaga y como opción final, el control químico: que consiste en aplicar agroquímicos para exterminar la plaga.
Tan sólo en un cuarto de hectárea se han detectado hasta 375 mil gusanos de este tipo, lo cual en opinión de Emilio Rodríguez es benéfica. “En este año pudo haberse perdido la siembra pero si se deja al gusano hacer su trabajo para el año siguiente, esta tierra será más fértil y aprovechable, siempre y cuando se apliquen los productos agrícolas adecuados”, señaló.