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Sección: Policiaca

Comerciante secuestrado escapó de sus captores y los denunció; ya detuvieron a uno

- “El Pipas” fue presentado a declarar por privar de su libertad al comerciante

- Este sujeto y sus cómplices pedían 3 mdp para soltar a su víctima, a quien apresaron en Boca del Río

- Además sospechan de un exempleado del agraviado y dos pseudo abogados

Iv?n Garc?a Veracruz, Ver. 28/03/2012

alcalorpolitico.com


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En las instalaciones del Juzgado Quinto de Primera Instancia de la ciudad de Veracruz fue presentado a declarar un sujeto acusado del secuestro de comerciante y permisionario del servicio urbano de Soledad de Doblado,quien logró escapar de sus captores y pedir ayuda a la Policía Naval.

Elías González Sánchez, de 20 años de edad, alias "El Pipas", fue presentado a declarar en sesión preparatoria, acusado del delito de secuestro, en agravio del comerciante y permisionario, Javier Isidro Miranda Álvarez.

Los captores exigían el pago de 3 millones de pesos por su liberación, pero por fortuna el sujeto logró escapar de sus captores. Lo anterior quedó fundamentado en la causa penal 69/2012.

El sujeto escuchó atento la lectura que le hizo el secretario de la mesa de las declaraciones de su acusador y lo que él dijo ante las autoridades judiciales, al declarar ante el Ministerio Público Investigador.

En la querella se relató que el día del plagio se dio el 28 de enero de 2012, cuando Isidro Miranda Álvarez salió de su casa, en el municipio de Soledad de Doblado y se fue a Boca del Río, a un banco de Costa de Oro, en donde retiró dinero.

El hombre se percató que lo iban siguiendo y a la altura del teatro Gutiérrez Barrios de Boca del Río, lo interceptaron unos sujetos armados y lo bajaron de su carro, llevándoselo en otro, agachado en el piso.

El hombre fue trasladado hasta una casa de seguridad en la comunidad de San José Novillero, en el municipio de Boca del Río, iniciándose la comunicación entre los raptores y la familia de Javier Isidro Miranda Álvarez para liberarlo.

Los secuestradores le pegaron y amarraron, encerrándolo en un baño de la propiedad. Le exigían que les diera dinero. Ellos pedían 10 millones de pesos, pero luego bajaron a 5 millones, hasta dejarlo en 3 millones de pesos en efectivo para liberarlo.

Javier Isidro Miranda Álvarez aseveró que sólo tenía 50 mil pesos en efectivo en su casa, sus camiones y unas camionetas, así como su negocio de crianza y venta de pollos. Los raptores entonces le cortaron la oreja para demostrar a su familia que era verdad todo y que lo iban a matar si no daba el dinero.

La señora Angélica Reta Lezama interpuso la denuncia del plagio en la Fiscalía Especializada para Secuestros, radica en la Ciudad de Xalapa, donde iniciaron con la investigación.

Los delincuentes amenazaban a cada momento a Isidro Miranda Álvarez con hacerles daño a su esposa e hijos sino les daba el dinero que pedían. El agraviado no recibía comida, únicamente agua, luego lo curaron de la oreja y para no manchar de sangre, le colocaron las piernas sobre un chaleco antibala.

Los días transcurrieron y el pago del rescate no se daba, por lo que el jefe de la banda ordenó vía celular, al sujeto que cuidaba al plagiado que le cortara una mano para que se la mandaran a la familia.

El secuestrador que estaba vigilando a Javier Isidro Miranda Álvarez lo recortó en el suelo y le colocó anestesia en la mano para que se le durmiera. Luego se fue a esperar que hiciera efecto, pero se quedó dormido, aprovechando la víctima para roer con la punta del chaleco las cintas adhesivas que tenía en las manos y los pies.

Como pudo el comerciante se liberó y salió de la casa, corriendo entre la maleza y guareciéndose mientras sus captores lo buscaban con lámparas, respondiendo a llamadas que les hacían a sus celulares.

El agraviado logró esconderse en una propiedad y pasar la noche ahí, luego se le presentó a una mujer y le pidió ayuda, dándole aviso a su patrón la mujer y a la policía. Por fortuna una patrulla iba pasando y Javier Isidro Miranda Álvarez les dijo que fue secuestrado.

La Policía Naval arribó al sitio y con el agraviado buscaron la casa, hasta dar con ella, percatándose que había ropa diversa, manchas de sangre y algunos equipos celulares, pero los raptores no estaban.

Javier Isidro Miranda Álvarez dijo que identificó algunas voces entre ellas la de su exempleado Elías González Sánchez, con el cual tuvo una demanda laboral y le pagó más de un millón de pesos hace unos años, así como la de un agente de Tránsito de Soledad de Doblado.

Las pesquisas también apuntan a dos pseudo abogados, pues uno de ellos avisó a Elías González Sánchez que se fuera, porque sabía que la naval iba a ir a detenerlo.

Al respecto el presunto secuestrador, identificó las firmas y huellas digitales que plasmó en las declaraciones que dio ante el Ministerio Público, pero no las ratificó, acogiéndose a los beneficios del Artículo 20 Constitucional para hacerlo por escrito.