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Universidad Anahuac

Sección: Estado de Veracruz

Como el del Parque Juárez, hay otros árboles Ficus enfermos, que son de riesgo

- Hay varios en inmediaciones del Congreso y sobre la carretera entre avenida Murillo Vidal y Plaza Américas

- Son originarios de Asia y muy poco favorecen a los ecosistemas; desplazan especies autóctonas

- Se deben combatir las plagas que los infestan, opina Especialista

Alejandro González Sánchez 28/11/2023

alcalorpolitico.com

Como biólogo, al igual que muchos colegas y amantes de la naturaleza, quisiéramos que todo estuviese lleno de plantas y si éstas fueran eternas mejor. Pero los ecosistemas no funcionan así y mucho menos el ecosistema urbano.

Manejar el arbolado urbano no es cuestión de improvisaciones u ocurrencias. No se trata de encalar los troncos, plantar ejemplares sin considerar las características de la especie o del espacio donde se establecerá cada individuo o podarlos o derribarlos sin un plan y técnica para ello. La arboricultura urbana es una materia que aún no terminamos de aprender y entender ni ciudadanos ni servidores públicos.

En la historia reciente de la ciudad todavía recordamos la ocurrencia de nuestras autoridades de cortar el Tulipán Africano “retorcido” que se ubicaba en la avenida Ávila Camacho, allá en el Fraccionamiento Veracruz, el cual a pesar de encontrase completamente sano, por cometer el pecado de crecer torcido, fue elegido para ese fatal final. Pero también recordamos la tragedia que ocurrió hace muchos más años en el Parque de Los Berros, cuando una rama de un Ficus al caer mató a una niña. Ambos casos reflejaron la falta de una correcta atención al arbolado urbano de la ciudad.



Ahora bien, el Ficus recién derribado en el Parque Juárez se trata de una especie originaria de Asia (Ficus Retusa), conocido comúnmente como Laurel de la India, cuyo cultivo se extendió en toda la zona tropical de México por su fácil reproducción, exuberante sombra y por las enormes dimensiones que algunos ejemplares llegan a tener. Esta última característica ha servido para que en muchas ciudades del País los consideren como árboles emblemáticos o notables.

Aun cuando todavía se pueden observar muchos ejemplares en parques y avenidas, recientemente y yo diría, afortunadamente, se plantan menos, ya que la especie además de desplazar a la flora nativa ocupando espacios que muy bien podrían ocupar especies autóctonas, muy poco favorecen a los ecosistemas de la región.

Los Ficus de esa especie más notorios en la zona eran aquellos que daban forma al “túnel del amor” ubicado en el camino que conduce de La Florida a La Orduña, cerca de la ciudad de Coatepec o los que se encontraban en el estacionamiento del antiguo INMECAFE, hoy acceso a la tienda Costco y predio contiguo, donde varios, al igual que el del Parque Juárez, fueron infectados por un microorganismo (virus, hongo o bacteria) y que al poco tiempo de ello pierden su follaje y mueren. Esa ha sido la historia de muchos ejemplares de esa especie en la ciudad y será la de otros más que ya presentan síntomas de defoliación sin que autoridad, Instituto o Universidad hagan algo por conocer y combatir ese plaga para de esta forma no condenar a la muerte a cualquier ejemplar que sea infectado.



Los ciudadanos debemos entender que esos árboles infectados deben ser retirados para evitar cualquier catástrofe. Hay varios que ya están enfermos en las inmediaciones del Congreso del Estado y sobre la carretera federal, entre la avenida Murillo Vidal y el Hospital Ángeles.

Las autoridades deben dejar a un lado el justificarse cuando hacen algo correcto. Aquello de establecer un “X” número de ejemplares como medida compensatoria por derribar un ejemplar a todas luces enfermo es una medida completamente demagógica. El plantar árboles debe obedecer a un plan debidamente pensado. Establecer árboles tan sólo por acallar inconformidades, que en muchas ocasiones son simplemente por desinformación, traerá por consiguiente plantar ejemplares en lugares que no reúnen las condiciones mínimas para que éstos lleguen a su madurez, por lo que en corto tiempo morirán o tendrán que ser eliminados. Pero tal pareciera que eso es lo que menos importa cuando lo mediático es la línea a seguir.

No dejemos de observar los recientemente establecidos entre el trébol de Arco Sur y Plaza Américas o los de entre Plaza Crystal y el puente de Miguel Alemán. A ver cuántos de ellos llegan, mínimo, a cumplir los 10 años.