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Sección: Estado de Veracruz

Comunidad La Laja, de Coatzintla, olvidada por las autoridades desde hace 7 años

- En el lugar se percibe fuerte olor a sustancias tóxicas, producto de la empresa Reind Química, que trabaja con desechos

- Peces, vacas y hasta borregos han muerto debido a la contaminación del agua en el lugar

- El Ayuntamiento asegura que no existe peligro por contaminación, pero no han hecho estudios

Lidia L?pez Coatzintla, Ver. 29/04/2014

alcalorpolitico.com

El campo agrícola coatzinteco dejo de producir desde que el petróleo emergió en este municipio como principal actividad económica y generadora de empleos. El suelo es verde, con reserva territorial, pero la comunidad de La Laja se ha convertido en un atractivo corredor industrial para las empresas Baker Huges, Temsa Tenaris, Apollo, Shchulemberger y Alsa.

Por más de siete años, la comunidad La Laja registra olvido de las autoridades municipales, como muchos rincones veracruzanos, carecen de obra pública y servicios.

Con la confianza de los habitantes, un grupo de mujeres logró la representatividad como autoridad, Lidia Antonio Reyes es designada subagente municipal y a solo tres días de culminar su periodo manifestó que fuertes emanaciones de sustancias toxicas han generado la alerta en la población, pero también el rechazo de abandonar sus viviendas.



El estremecimiento recorre cada hogar coatzinteco en La Laja, las autoridades municipales de las últimas dos administraciones que corresponde a los ex alcaldes Nayeli del Valle Toca y Víctor Moisés Hernández Stivalet, siempre permanecieron en silencio ante las dudas que sobresaltan a la población.

La compañía Reind Química se asentó con permisos municipales en La Laja, desde el 2006. Tiene como principal cliente a Petróleos Mexicanos (Pemex), son responsables del manejo de los residuos que generan los pozos petroleros, siendo que este municipio cuenta con un total de 200 distribuidos en 23 comunidades de Coatzintla, producción que forma parte del proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG).

Entre la propiedad donde se localiza la compañía que se responsabiliza del manejo de sustancias tóxicas en la industria petrolera y la comunidad, solo depara un arroyo denominado “Cocineros” y que a su vez, desemboca a no menos de 4 kilómetros del río Cazones.



Los coatzintecos de La Laja son testigos, una sustancia ha contaminado el cuerpo de agua. El color del afluente se torna en ámbar, algunos tramos se observa más oscuro. Para las familias, su preocupación comenzó en el olor desagradable que emana el agua. Lo describen al aroma que se percibe del ácido. Peces, vacas y hasta borregos han muerto, todas las especies tuvieron en común que bebían agua de ese lugar.

Pero, el tiempo transcurre rápidamente y en siete años ninguna autoridad ha apoyado a la población para investigar el compuesto químico que ha contaminado el arroyo.

Desde hace un mes, los problemas de contaminación se agudizaron. Intenso olor que surgió durante una madrugada, provocó pánico para La Laja. Llamaron a las autoridades municipales, en la responsabilidad de Protección Civil. Aparentemente todo se torno en calma, pero el Jueves Santo se repitió la amenaza para la población, ante la intensidad del calor que el sol ofreció durante el día, causa probable que aseguraron los pobladores.



El gobierno municipal que encabeza Cesar Ulises García Vázquez, de militancia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), minimizó la situación de alarma. Cerca de la media noche de ese dia se ordenó la evacuación de la comunidad La Laja, pero de las 120 familias ninguna aceptó. Pero si le exigieron a las autoridades que se ordene la investigación.

La sub agente municipal Lidia Antonio Reyes ha insistido, en su obligación, ante los servidores públicos de Coatzintla que existe riesgo para la población, el olor que emana del arroyo se asemeja al mercaptano.

“No hay respuesta real que convenza a la comunidad de La Laja”, expresó esto al leer los diarios locales, donde el Ayuntamiento de Coatzintla asegura que no existe peligro alguno sobre contaminación, cuando aun no se realizan estudios ambientales, mientras que el arroyo registra la presencia de mas residuos, por eso la preocupación, además de la muerte de animales.



Los lajeños estaban dispuestos a tomar medidas de presión para el gobierno local, pero la delegación de la Subsecretaria de Gobierno, al mando de Andrés Ortiz Solis, se dio la promesa de gestionar por una brigada médica de la Secretaria de Salud de Veracruz, porque esa preocupación paso al miedo. Niños, niñas y mujeres han reportado fuertes dolores de cabeza.

Lidia Antonio informó que en la comunidad se cuentan con ocho pozos artesianos, de los cuales tres están contaminados. El agua no es bebible ni para uso de primeras necesidades de higiene en los hogares. Pero esto generó el temor de utilizar el vital líquido de los otros pozos y se han abstenido, pensando en la salud de sus familiares.

Entre las impresiones de otros habitantes, crece el temor porque la población adquiera algún tipo de cáncer o padecimiento que no pueda detectarse a tiempo ante la posible contaminación del arroyo. Para ellos, surgen más dudas por la falta de autoridad que imponga sanción a la empresa Reind Química. Estiman posible corrupción que ha permitido que se establezca en el municipio de Coatzintla, que ante la alerta para la población por los olores de sustancias toxicas, no se haya aplicado aun la clausura de actividades en esta compañía y se prefiriera como alternativa la evacuación.



Natividad Hernández es parte de una familia de esta comunidad, precisamente los que más cercanamente viven y respiran la contaminación. Miedo existe, por eso han tomado la decisión de abandonar su vivienda. La joven mujer padece de dolores de cabeza, esto ha incrementado y sus hijos mayores, de trece y once años, también manifiestan la molestia. Lo peor para ella, su esposo y sus tres hijos es que no cuentan con seguridad social, ni forman parte del programa federal Seguro Popular. No saben cómo enfrentaran los gastos médicos, pero claman por ayuda para que se puedan descartar los riesgos de salud, los riesgos de muerte en la comunidad de La Laja.