La coordinadora del Programa Ciudades Seguras de la Organización de las Naciones Unidas en México, Yeliz Osman, dijo que el acoso sexual afecta la movilidad de las mexicanas; atentando contra uno de sus derechos humanos fundamentales.
Durante su ponencia en la XXIII Encuentro Iberoamericano de Autoridades Locales, en Medellín de Bravo, la experta señaló que hicieron varios estudios en esta nación para conocer el sentir de las víctimas.
Arrojó que el 8.4 por ciento de las mujeres en Puebla, por ejemplo, dijo que fueron forzadas a tener relaciones sexuales en el transporte público.
El 62 por ciento declaró que ante la violencia decidieron dejar de salir de noche como estrategia de autoprotección; mientras que en la Ciudad de México hizo lo mismo un 24 por ciento.
Explicó que las mexicanas están cambiando sus hábitos de traslado, como dejar de usar camiones para transportarse en taxi o cambiar de rutas; violando así su derecho a la movilidad.
Además, optaron por otros cambios como usar otro tipo de vestimentas para evitar el acoso callejero, que puede ir desde una simple mirada o chiflido hasta una violación.
“En todas las ciudades el diagnóstico es que existe una baja cultura de denuncia. A nivel nacional es del 93 por ciento de agredidas no acude a las autoridades. Lo mismo pasa en las ciudades seguras”.