Con cáscara de coco revuelta con tierra y cascajo, habitantes de este municipio han tenido que improvisar labores de bacheo en la carretera que conecta a El Higo desde la zona conocida como “Y”, en el entronque con la vía federal Alazán-Canoas.
Estas acciones surgieron ante el riesgo constante de accidentes y el deterioro avanzado del camino, cuyos 12 kilómetros tienen baches profundos, zanjas y daños que afectan diariamente a trabajadores, productores y familias.
Los pobladores admitieron que los parches apenas duran unos días debido al tráfico pesado que circula por esta zona cañera y aunque saben que es insuficiente hacen el intento por reparar las partes más afectadas.
Agregaron que están molesta debido a que hace meses se anunció oficialmente que iniciaría la rehabilitación del tramo y hasta ahora no hay avances visibles.
Acusan al Gobierno municipal encabezado por Víctor de la Garza de no gestionar ni invertir en la mejora de esta vía durante todo el año. Además, señalan que el Gobierno del Estado mantiene obras inconclusas y otras sin iniciar, como es este camino que continúa a la espera de atención.
Respecto a la carretera Alazán-Canoas, que va de Potrero del Llano (Álamo) a Canoas (Pánuco) y enlaza con el sur de Tamaulipas, usuarios denunciaron que uno de los tramos más deteriorados es el de Tempoal a Pánuco y, de ahí, hacia Canoas y Tampico.
En dichos tramos sólo han “raspado” los segmentos dañados, sin realizar una intervención completa que mejore las condiciones del camino. Pobladores insisten en que las autoridades cumplan con los compromisos de rehabilitación para reducir riesgos y garantizar una movilidad segura en esta región del norte veracruzano.
Mientras tanto, reconocen que el tramo San Sebastián-Tantoyuca-Tempoal ha sido rehabilitado con avances notables. Explicaron que en este trayecto removieron el asfalto dañado y compactaron, zona donde la maquinaria continúa con los trabajos programados.