Desde 1738, cuando se celebró por primera vez –según lo documentó el articulista Julio Poisot de María– la fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de la Asunción ha sido parte esencial de la identidad religiosa y cultural de Tuxpan.
Con ese contexto, este viernes 15 de agosto las festividades concluyeron con una misa solemne presidida por el obispo Roberto Madrigal Gallegos en la catedral de la diócesis, en el corazón de la ciudad.
La celebraciones, que comenzaron el 2 de agosto, reunió durante más de 10 días a miles de fieles provenientes de varias regiones del norte de Veracruz y parte de Hidalgo. Peregrinos de Chicontepec, Pánuco, Tantoyuca, Tihuatlán, Álamo, Naranjos y del decanato de la Sierra Alta arribaron para rendir homenaje a la patrona de la ciudad.
Las actividades del día principal iniciaron con una misa al amanecer y las tradicionales “Las Mañanitas”. Más tarde, la imagen de la Virgen fue paseada por el río Tuxpan en una emotiva procesión náutica seguida por la peregrinación desde el embarcadero hasta la catedral. A mediodía el Obispo ofició la misa central y por la tarde se celebrará una última eucaristía.
Como parte de la tradición, también se realiza la “Cabalgata de la identidad huasteca” con la participación de decenas de ganaderos de la región que recorren a caballo una senda hasta los terrenos de la Expo Feria, evento que complementa la celebración religiosa con actividades culturales y sociales. “La celebración de la patrona de la ciudad de Tuxpan, la Asunción de María o Asunción de la Virgen, se realizó por primera vez en el año 1738, cuando se fundó la iglesia que lleva su nombre y donde actualmente se encuentra la catedral de la Diócesis de Tuxpan”, compartió Julio Poisot de María.
Así pues, a festividad de la Asunción sigue siendo, después de casi 3 siglos, una expresión viva de devoción, historia y arraigo en el corazón católico para los feligreses de la Diócesis de Tuxpan.