Los niveles de pobreza, principalmente en el sector indígena, no son los que manejan las autoridades; han mentido, pues las condiciones de vida de este sector no han mejorado; aseguró Pedro Solís, integrante del Concejo Indígena de Gobierno.
Resaltó que las condiciones siguen siendo iguales, porque a pesar de que las autoridades han anunciado lo contrario, incluso en los municipios del norte del Estado, que han sido declarados libres de pobreza y marginación, la realidad es completamente opuesta, dado que la población indígena día a día enfrenta problemas para poder cubrir siquiera su necesidad más básicas, como la alimentación.
“Espinal y Coyutla están declarados como no pobres desde 2006, dicen que ya no hay pobres y que ya no hay marginación, pero eso es una gran mentira porque seguimos escasos de trabajo; hay muchos avecindados que no tienen empleo fijo, entonces ellos lo que hacen es sobrevivir.
Lo peor de todo es que los programas sociales que envían para supuestamente hacer frente y erradicar la pobreza, son sólo “migajas” para el sector indígena, puesto que no cubren al cien por ciento temas de relevancia como la alimentación y educación, tal y como lo hacen creer las autoridades federales cuando anuncian el envío de apoyos.
“En mi comunidad somos 200 personas que estamos en esta situación, vamos y pedimos que nos apoyen con empleos temporales y nos dicen que no hay o que el presupuesto no alcanza y la realidad es que habemos muchos pobres”.
Por tal motivo, dijo que es necesario desenmascarar la realidad de los pueblos indígenas y de la situación que están viviendo, así como los verdaderos apoyos que envían las autoridades, los cuales son “raquíticos”; tomando en cuenta que los gobernantes “viven entre lujos y comodidades”.