El problema de la tala de árboles en el cerro de ElBorrego continúa,según lo expresaron los guardianes de este lugar. El ayuntamiento al cortar éstos, estaría incurriendo en un ecocidio y violentando un decreto estatal que resguarda a las áreas naturales protegidas.
Presumen que sean un promedio de cien árboles que ya fueron cortados, aún y cuando se sembraron en pasados años por disposición del ex gobernador Miguel Alemán Velasco, como parte de la protección a la fauna y flora de aquel lugar emblemático para la ciudad y que fue catalogado como zona natural protegida.
Tanto el señor Rufino López, José Alonso Aguilar y Julio César López Martínez, integrantes del comité de vigilancia del cerro
El Borrego, explicaron que desde hace 15 días empleados del ayuntamiento iniciaron con la poda de éstos “son en los cuatro miradores con los que cuenta el paseo del cerro del Borrego. Esto es un ecocidio, porque no se realizaron estudios previos para determinar la salud de los árboles derribados, sino que solamente llegaron, escogieron determinados árboles y los cortaron de tajo”.
Añadieron que están faltando al decreto que certifica al cerro de "El Borrego” como área natural protegida desde el gobierno del ex mandatario Miguel Alemán Velasco, quien firmó el programa de manejo del área natural protegida Cerro del Borrego, así como también signado por el entonces secretario de esarrollo regional Porfirio Serrano Amador y por la ex subsecretaria del medio ambiente, Keila Franco Guerrero.
En este escrito se detalla que este sitio tiene como extensión más de cuatrocientas hectáreas de bosque diversos y con una altura sobre el nivel del mar de los mil 240 metros, que aquí hay tres tipos principales de vegetación original que son: selva mediana subperennifolia, bosque de encino y bosque mesófilo de montaña, además de una vegetación secundaria que se produce a raíz de la siembra de café, maíz, caña de azúcar y frijol.
Sobre la fauna, tiene una gran relación con la vegetación, que existen 81 especies (entre residentes y migrantes), aunado aaquellas como sapos y ranas, sin dejar atrás serpientes como coralillo y ratonera, además de conejo, ardilla, comadreja y murciélagos.
Dentro del documento se observa un reglamento, en su artículo 15 acentúa que está prohibido efectuar desmontes, quemas, pastoreo, y demás actividades que atenten en contra de los recursos del área natural protegida.
Los argumentos que da el ayuntamiento es que la bandera nacional, izada en un asta de 25 metros de altura, se daña con las copas de los árboles, pero preguntan los quejosos si no era más fácil cortar sólo éstas y no todo el árbol.
“Esto es parte de las violaciones ambientales que se hacen en este caso; pero lo peor es que hasta el momento, las autoridades municipales ni siquiera han escuchado a los grupos ambientalistas así como a los comités de vigilancia ambiental participativa. Fue una decisión unilateral que tomaron sin analizar los reglamentos que existen” finalizaron.