Creadores esperan los resultados del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Veracruz

Es domingo 27 de noviembre y en gran parte del territorio veracruzano nos sorprenden los fuertes ventarrones. Láminas azotando, hojas y hasta ramas de árboles por los cielos.

Pero una parte de la sociedad veracruzana amanece además con cierta expectativa, son los creadores que esperan los resultados de la convocatoria anual del
Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Veracruz (PECDA), que otorga el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC). Ellos salieron a comprar el periódico.

La expectativa se convierte en desconcierto debido a que los resultados no están ahí, en por lo menos uno de los periódicos en los que según la convocatoria se publicarían los resultados (Diario de Xalapa).

Entre conocidos se preguntan si saben ¿qué está pasando? Dudan de ellos mismos y van a checar la convocatoria. No están, es la fecha correcta en el medio indicado. Hasta que alguien atina; “sí salieron, están en internet... ”.

Y entonces sucede lo de todos los años, muchas caras y egos descompuestos y otros pocos contentos, los últimos con la tranquilidad de que podrán darle continuidad a su labor artística el próximo año sin tantos apuros, los primeros analizan sus opciones.

Siempre han sido criticadas estás políticas culturales por un buen sector de la sociedad. Muchos buenos argumentos tienen; la falta de continuidad de los proyectos con programas de difusión; el hermético proceso de selección; la sensación de marginación que deja el proceso entre los no seleccionados, etc.

Pero también es cierto que la cultura no es un artículo valuable por medios convencionales; como artista no es tan sencillo generar un público y no basta con armarse de instrumentación de las ciencias administrativas y de mercados con el objeto de volver sustentable al trabajo artístico propio. El estado juega un rol importante en generar las condiciones necesarias para el desarrollo cultural de la sociedad, por lo que es importante mantener los programas de apoyo al arte siempre que éstos no se politicen. La convocatoria del PECDA 2011 del IVEC brilla por sus “modificaciones al vuelo” y sus resultados.

La convocatoria impresa tiene unas fechas de entrega de proyectos. Pero cuidado, no eran de confiar. Había que revisar bien el impreso al que se le anexó una fotocopia, en el mejor de los casos engrapada, con unas fechas de entrega distintas en las que dividen a los aspirantes por nombre alfabético. Bien pensado para aquello de evitar tumultos el último día pero a destiempo. A muchos les llegó la convocatoria por medios digitales y no venía tal anexo.

Y otra modificación. En la convocatoria se declara el número de apoyos que se otorgarán por categorías. Tampoco fue así. En los resultados se observan los ajustes que decidió hacer la comisión técnica: creadores con trayectoria sólo resultaron de 6 de 10 programados; desarrollo artístico individual 3 de 8; difusión de patrimonio artístico 4 de 5; grupos artísticos 2 de 6.

En el único caso en el que fueron más es en el de jóvenes creadores, quizá la categoría más sensible de todas. Ahí salieron 41 de 30. Bravo.
Esos números resultan en que de $3'210,000.00 asignados para el programa sólo se aplicarán en el Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Veracruz $2'940,000.00

Ahí hay $270,000.00 no aplicados. 4 jóvenes creadores y uno con trayectoria, por ejemplo, ignorados.

¿Cómo es eso? ¿Acaso el IVEC nos está diciendo que en Veracruz no hay proyectos culturales válidos como para ser apoyados?. Ni un proyecto de dirección teatral apoyado, ni un proyecto de composición musical apoyado (por mencionar los grandes ausentes que ahora recuerdo). ¿De verdad no hay directores de teatro ni compositores veracruzanos presentando proyectos viables?

Los cambios al vuelo se pueden comprender, el instituto como todas las dependencias en Veracruz estrenan dirección y es de humanos errar. Pero no hacer uso de los recursos asignados para el desarrollo social es algo que nos preocupa.

A los creadores que tendrán que analizar sus opciones para el 2012, mejor suerte para el 2013, porque si algo queda claro, es que de talento no depende.