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Sección: Estado de Veracruz

Crimen organizado no sólo amenaza la libertad de expresión, sino todas las libertades: Diego Valadés

- Los asesinatos de periodistas en Veracruz han movido las fibras más sensibles del país

- México vive un proceso de degradación del sistema jurídico y de seguridad

?ngeles Gonz?lez Ceballos Xalapa, Ver. 04/05/2012

alcalorpolitico.com

El connotado jurista mexicano Diego Valadés Ríos consideró que no nada más está amenazada la libertad de expresión por el crimen organizado, "están amenazadas todas las libertades".

“Ese es el grave problema del país y lo que estamos pagando, como consecuencia con estos hechos trágicos (crímenes contra periodistas), es haber descuidado por mucho tiempo la vida institucional de la República”, expresó al pedirle su opinión sobre lo que ayer señalara el historiador y escritor Enrique Krauze.

Previo a recibir el título de Honoris Causa por la Universidad Veracruzana, consideró que en el país se vive un proceso de “degradación” del sistema jurídico y de seguridad.

“Hay un proceso de decadencia general de las instituciones y lo que está pasando es precisamente eso, los efectos que estamos resintiendo en todos los ámbitos de la vida del país es un proceso de degradación institucional”, aseveró.

El ex Procurador General de la República, mencionó que lo que ha ocurrido en Veracruz no sólo es preocupante, sino indignante que ha movido todas las fibras del país, “las más sensibles”.

La respuesta, desde su punto de vista, tiene que ser la búsqueda de soluciones de carácter general y nacional, porque no se trata de un acto de violencia localizado en este estado, sino que forma parte de una violencia que se ha esparcido por todo el país.

"Las respuestas han sido ostensiblemente insuficientes y más que eso deficientes", opinó.

El estancamiento en México durará tanto como seamos capaces de consentirlo

Al recibir el grado de Doctor Honoris Causa en sesión solemne del Consejo Universitario General de la Universidad Veracruzana (UV), señaló que el Estado suele fracasar en la solución de los problemas cuando la forma de procesar las soluciones es defectuosa.

“Definir esta forma es lo que conocemos como sistema político. Es evidente que la seguridad por ejemplo es alcanzable; pero lo que cuenta es decidir si lo lograremos preservando o sacrificando las libertades. La cuestión social es un desafío superable, lo que interesa es saber si la conduciremos bajo apremios desbordados o mediante acciones constructivas”, apuntó.

Asimismo, consideró que el desarrollo es un propósito asequible, lo que importa es definir si beneficiará a la sociedad o la acaparará un sector. Si seguiremos aplicando el paliativo de la filantropía pública combinada con intenciones clientelares o si emprenderemos cambios profundos. Respuesta en uno u en otro sentido –señaló-, dependen del tipo de instituciones políticas.

Al cerrar su alocución de más de 30 minutos, aclaró que como universitario tiene una responsabilidad social; pero no son actores políticos, aunque tampoco testigos pasivos de lo que se hace con la nación.

El ensayista destacó que las universidades de este país son fuente de una esperanza representada por la juventud, por el saber y por la cultura, con la que se podrá contestar qué hacer con el estado y con la Constitución.

“La respuesta es sencilla: tenemos que hacer por los mexicanos del mañana, lo que los mexicanos de ayer hicieron por nosotros; vencer resistencias y superar obstáculos. Hay riesgos sin duda. Las tentaciones regresivas están presentes, pero el temor que paraliza destruye. Los peligros existen para ser sorteados. Es deseable que cuando lleguemos al centenario de la Carta de Querétaro celebremos que ya se hayan producido los cambios tan necesarios y tan aplazados, de no ser así, hay que prepararnos para rejuvenecer el orden constitucional e impedir que el Estado se siga degradando y con él nuestra vida colectiva e individual”, definió.

A los universitarios no nos toca hacer los cambios, pero si nos corresponde orientarlos. En la división social del trabajo, los universitarios tenemos que cumplir el papel de reformadores, así era antes, así es ahora, así será en el futuro. El estancamiento en México durará tanto como seamos capaces de consentirlo o como no seamos capaces de cambiarlo, cerró contundente.