La Iglesia Católica calificó como un acto criminal de los responsables de la Secretaría de Salud en la administración de Javier Duarte de Ochoa el permitir y solapar el uso de agua destilada en niños con cáncer.
Así lo señaló el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, quien urgió a ejecutar un castigo ejemplar contra los funcionarios o exfuncionarios involucrados en esta situación.
Dijo que no se puede descartar la posibilidad de que algún niño o adolescente haya fallecido por la falta de medicamento oncológico, lo que consideró "injusto", refirió en entrevista.
Después de salir a la luz pública las declaraciones del gobernador Miguel Ángel Yunes en relación a este tema, "señalamos que no solamente era lamentable, era un acto criminal, porque se ha jugado o se utilizó la necesidad de la gente, en este caso la enfermedad de los niños para delinquir y al utilizar los recursos públicos de manera personal deriva en un acto de injusticia terrible”.
Mencionó también que la prestación de los servicios de salud de manera eficiente es una de las grandes deudas sociales que tiene el Gobierno estatal con los veracruzanos desde hace varios años.