Cristina Pacheco: más de cuatro décadas de reflexión, charlas y cultura

Este jueves partió una de las grandes mujeres en la historia moderna de México, la connotada escritora y periodista cultural Cristina Pacheco, dueña de una larga trayectoria entregada a dar a conocer los comportamientos de la cotidianidad sobre todo en Ciudad de México, cuya labor protagonizada por reflexiones y entrevistas urbanas se incrustaron de lleno en el imaginario colectivo del país.

Entre sus distinciones más sonadas, vale la pena recordar su galardón Premio Nacional de Periodismo en 1985 y el premio Rosario Castellanos en 2012. Resalta también que además de los corazones conquistados a través de su trabajo, la periodista robó el corazón del afamado escritor José Emilio Pacheco, cuya unión amorosa resonó con fuerza en el escenario intelectual del país y fue foco mediático hasta la muerte del autor de "Batallas en el desierto", en 2014.

Fue precisamente en honor a esta entrañable relación amorosa e intelectual, que la mente maestra de "Así nos tocó vivir" decidió llevar consigo el apellido Pacheco, pues su nombre de nacimiento fue Cristina Romo Hernández.

Breve historia de vida:

Cristina Romo Hernández nació un 13 de diciembre de 1941 en San Felipe, una localidad de Guanajuato. Al cumplir su mayoría de edad la periodista ingresó a la licenciatura de Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A inicios de los años 60 arrancó su carrera periodística, donde colaboró con varios y fue parte del equipo de redacción que daba vida a la "Revista de la Universidad de México", donde se conoció con el que fuera amor de su vida, José Emilio Pacheco.

En aquella época su carrera experimentó un ascenso de pasos firmes que la fueron consolidando como una periodista de gran habilidad. Sus notas empezaron a sobresalir en medios impresos como "El Sol de México", "El Día" y "La Jornada", donde a partir de 1986 contó con su propia sección dominical “Mar de Historias”.

Asimismo, su talento literario la hizo destacar también en radio y televisión, con participaciones en programas como "La voz pública" y "Los dueños de la noche" por la emisora XEQ-am; en la pantalla chica, comenzó a figurar como comentarista para el Canal 13.

Llegado el año de 1978, la escritora iniciaría con el proyecto que la haría trascender en la historia del país, "Aquí nos tocó vivir", programa de televisión del Canal Once que desde aquel tiempo se dedicó a conversar con todo tipo de personas que daban vida a la cotidianidad de la capital del país, ofreciendo así un relato vivo, transparente y sincrónico de la realidad cultural de México.

"Aquí nos tocó vivir" marcó un hito en la manera de hacer periodismo cultural, pues la presencia de Cristina Pacheco y su inigualable forma de abordar a la personas para entrevistarlas de manera orgánica, muchas veces sin siquiera saber que estaban siendo entrevistadas, fue objeto de elogios y reconocimientos no solo de especialistas sino de ciudadanos en general que se encariñaron con el carisma y talento de la conductora.

A finales del siglo 20, en 1997, la ya consolidada Cristina Pacheco empezó otro proyecto con un formato distinto que también gozaría del reconocimiento colectivo, "Conversando con Cristina", un espacio de charla donde grandes personalidades del arte y la cultura en el país se acercaban al público de todas partes a través del don de la palabra de su sobresaliente conductora.

Durante más de cuatro décadas, México se acostumbró a escuchar la entrañable y alegre voz de Cristina Pacheco a través de sus apariciones en la televisión. Por ello, su fallecimiento registrado la mañana de este jueves deja un hondo vacío en la comunidad artística, intelectual y el público en general de este y otros paises. Cristina Pacheco fue, sin lugar a dudas, la figura que todo periodista o apasionado de la comunicación cultural quisiera aspirar a ser, y con su partida deja un gran legado para todos aquellos que, en algún punto de sus vidas, encontró consuelo a su mente diciendo "Aquí nos tocó vivir". Gracias.