En la colonia Emiliano Zapata, en la ciudad de Xalapa, 3 familias viven con el temor constante de perderlo todo. El afluente del arroyo Carneros ha comenzado a socavar los cimientos de sus viviendas, poniendo en riesgo su seguridad y su patrimonio.
Son alrededor de 4 casas las que se encuentran al borde del colapso, ubicadas a la orilla del arroyo Carneros. Con las lluvias y la descarga del drenaje de 3 condominios –Buenos Aires y Paraíso, entre ellos– que desembocan en el mismo cauce, el flujo de agua ha ido ampliando el arroyo con el paso de los años. Esta situación ha provocado que las paredes de las casas se vayan quebrando poco a poco amenazando la vida de sus habitantes.
Tal es el caso de la señora Teodora Landa, quien tuvo que abandonar su vivienda, después de habitarla por más de 50 años, debido al riesgo que representa. Su casa, marcada con el número 113, es una de las más afectadas. Aunque ahora vive con su nieta, asegura que acude todos los días a cuidar lo poco que le queda, pues anhela permanecer ahí hasta sus últimos días.
“Cuando hay tormentas así acá se desplaya toda el agua y se llevó todas las casas, tiró la mitad de casas de allá. Entonces pues lo que quiero ver es si me apoyan con el muro o con material o algo así. Porque yo fui a Protección Civil y me dijeron que ahorita no podían apoyar hasta que llegara la Alcaldesa”, explicó.
El piso de uno de los cuartos está prácticamente en el voladero; las bases fueron carcomidas por el paso constante del agua. Con tristeza, la señora Landa señala que vive con la angustia de que su casa se desplome. En el suelo se formaron agujeros por donde se puede ver cómo pasan las aguas negras.
“Yo tengo más de 50 años viviendo y era un cañito, pero de ahí para acá se fue deslavando, deslavando porque pusieron allá arriba los condominios y no pusieron registro y se fue haciendo el caño grande hasta que llegó a tumbar la primera casa”, relató.
El señor Francisco Landa, otro de los vecinos más afectados en la prolongación José Mancisidor, explicó que el cauce del arroyo ha ido erosionando poco a poco el terreno, al punto de dejar parte de las casas prácticamente “en el aire”.
“No pedimos dinero, no queremos dinero. Queremos obras para salvar nuestros patrimonios”, expresó el vecino, quien además destacó que junto a las viviendas existe un puente histórico construido en 1950, el cual también corre riesgo de colapsar.
A pesar del peligro evidente, los vecinos aseguran que hasta el momento no han recibido una respuesta efectiva por parte de las autoridades. Cada lluvia representa una nueva amenaza para quienes viven en esta zona de la capital veracruzana.