La cuenca del río Papaloapan destaca por dos situaciones a nivel nacional: porque es la segunda cuenca más grande del país y porque, lamentablemente, es también de las más contaminadas y con pocas acciones de rescate, señaló el presidente del Consejo de Cuenca del Papaloapan, Raúl Hernández Garciadiego.
“La realidad es que estamos haciendo un mal manejo, la realidad de la cuenca es… somos una cuenca privilegiada por su tamaño y por la cantidad de lluvia que recibimos, somos la segunda cuenca más importante del país, pero la estamos maltratando”, dijo al señalar que se usan los ríos como drenajes.
En este sentido, lamentó que nadie haga algo por rescatar este cuerpo que abastece de agua a más de 400 municipios de Puebla, Oaxaca y Veracruz, tanto del uso urbano como industrial incluso, destacó, ni la Ley de Aguas Nacionales ha servido.
“Nadie está haciendo un buen manejo para no contaminar los ríos que deberían ser de agua limpia, estamos usando nuestros ríos como drenajes y eso es algo que debemos impedir, pero tristemente ni la ley de aguas permite hacer las acciones que se requieren”, dijo.
Hernández Garciadiego destacó que no se asignan los recursos económicos y tecnológicos suficientes para evitar que la cuenca del río Papaloapan, y otras del país, se siga contaminando, y quienes lo hacen no tienen la capacidad para tratar las aguas residuales que se vierten en la corriente de este afluente.
Esto aun cuando en la actualidad ya se han empezado a resentir las consecuencias del cambio climático, pues si bien es cierto la cuenca no desaparecerá, también es cierto que los niveles de agua y su calidad están disminuyendo de manera considerable.
Hernández Garciadiego comentó que a pesar de que muchos sectores urbanos, industriales y agronómico utilizan las aguas del Papaloapan para sus actividades diarias, pareciera que “a nadie le importa” hacer trabajos de rescate y saneamiento de este afluente.
“Hay una inconsciencia absurda, de parte de todos los que toman decisiones, que permiten que nuestras descargas domesticas e industriales, vayan directamente a los ríos y los contaminen, sabiendo que más abajo otra población va a tomar de ese mismo río agua para beber”, expuso.