Cuestiona el abandono en el que se encuentra el parque El Hongo, en Coatepec

Hola buen día:

Soy una ciudadana que al pasar por Coatepec, Pueblo Mágico, quise recordar mi paseo por el Cerro de las Culebras y de paso ir al Hongo.

Mi subida al cerro me pareció cansada, pero cuando estuve en la cumbre pude admirar el verdor perdido de mi querido Coatepec.

Imaginé que además del verdor también habían restado los mantos acuíferos de esta ciudad cafetalera. Ni modo, los tiempos así son, urge más tener dinero a través de las inmobiliarias y cambio de uso de suelo que asegurar la vida mediante la protección de ríos y arroyos cantarines.

Al bajar por una de sus faldas me quedó de paso "El Hongo", dice en su entrada parque público.

Busqué por dónde entrar, di tres vueltas atisbando algún medio para acceder y nada.

Pasé así como media hora o más pensando qué habría sucedido de este hermoso y familiar parque a donde los abuelitos oxigenaban sus pulmones para comenzar el día.

Ahí donde mis padres pasaron tardes alegres cuidando de mis hermanas y leyendo en sus maltrechas bancas.

Esa nostalgia tuve que emprender el regreso a la ciudad de México y busqué respuestas a mis preguntas.

Antes de escribir esto no pude sustraerme de buscar información y encontré parcialmente algunas respuestas.

No es posible que un parque como El Hongo que se dice público permanezca cerrado, sus instalaciones se están deteriorando paulatinamente, el césped crecido y los juegos infantiles destruyéndose por los rayos solares y las lluvias.

Señor Presidente Municipal de Coatepec ¿Qué sucede en mi hermosa tierra? ¿Qué está usted haciendo que hasta tiene tiempo para que nuestros parques se deterioren? ¿Dónde están las cuadrillas de coatepecanos que limpiaban panteones y parques? ¿A dónde quedan los recuerdos de una mañana oxigenándose en el interior del parque El Hongo? Y así tantas preguntas que tengo que hacerle a título personal.

No es posible que mientras su equipo está en oficinas inventando programas los pocos espacios de recreación y cultura estén autodestruyéndose.

Aún es tiempo señor Presidente ¡No deje que la apatía de vecinos venzan las ganas de mejorar a su pueblo natal y "mágico"!

Con un saludo respetuoso...

Myra