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Sección: Estado de Veracruz

De excluir al sector agropecuario del TLC, se perderían más de 350 mmdp en productos agrícolas

Por falta de planeación de los gobiernos en turno, se le apostó nada más al mercado estadounidense, no hubo diversificación: Javier Macías

Irineo Pérez Melo Xalapa, Ver. 23/08/2018

alcalorpolitico.com

La exclusión del sector agropecuario nacional en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) afectará a los productores mexicanos, pues al cerrarse las fronteras de los países del norte no habrá mercado para colocar sus productos, pese a que se estiman en más de 350 mil millones de pesos anuales las exportaciones agrícolas, pero ese dinero podría dejar de percibirse por ese motivo.

Lo anterior fue señalado por Javier López Macías, presidente de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, A. C. (UNIMOSS), quien dijo que al cerrarse las fronteras “o te ponen impuestos aduanales o te establecen otro tipo de arancel; eso hace menos competitivo al sector agropecuario nacional”.

Entrevistado en su reciente estadía en esta capital, en donde dio a conocer la conformación de esta organización social en la entidad veracruzana, expuso que el problema se deriva de la falta de planeación de los gobiernos en turno, que le apostaron a tener como mercado único a Estados Unidos.



Lo ideal, dijo, es que debieron diversificarse los mercados hacia Europa, Asia, África o a países como Rusia, que están ávidos de alimentos que produce nuestro país; sin embargo, todo se concentró en Estados Unidos.

“Eso es una falta de planeación, se pusieron todos los huevos en una sola canasta y ahora yo creo que, independientemente de que se firma un nuevo tratado, lo que hay que hacer es una planeación en donde se diversifiquen los mercados o haya que potenciar los cultivos de mayor rentabilidad.



—Se dice que con el Tratado de Libre Comercio se dejó en abandono al campo nacional, ahora que está en discusión este asunto, ¿qué es a lo que se debe dar prioridad?—, se le preguntó.

—Mira, según el Tratado de Libre Comercio, se dieron 10 años para que se eliminaran las asimetrías que había contra Estados Unidos y contra Canadá, es decir, el Gobierno federal en diez años se suponía que iba a invertir lo suficiente para que el campo mexicano pudiera competir con los otros dos países. Se cumplieron los diez años, el campo seguía igual o en total abandono y eso implicó que nos pusieron a competir sin las herramientas necesarias y en una situación enormemente desventajosa—, respondió.

Citó como ejemplo que Estados Unidos subsidia de una manera mucho más importante al campo que México, tienen mayor preferencia de tecnología, tiene aseguradas las cosechas y también los eventos catastróficos; tiene seguros de mercados y de fijos, es decir, le da un valor a los activos desde antes de que existan, tiene una infraestructura de distribución geofísica que no tenemos en México.



Además, indicó que tiene una planeación nacional e internacional en donde colocar sus cosechas, es decir, tiene muchas ventajas sobre nosotros y en esos diez años el Gobierno no logró disminuir las brechas, sino que las amplió y hoy seguimos igual.

En ese tenor, sostuvo que con o sin tratado la situación es que tenemos apertura comercial con otros 40 países y recordó que se acaba de firmar el Tratado Transpacífico (TTP), lo que permitirá traer leche de Nueva Zelanda a precios inimaginables, en donde el productor nacional no va a poder competir. Eso es una sentencia de muerte para los pequeños productores de leche. No nos están protegiendo nuestras fronteras para el desarrollo de la planta productiva nacional.

—¿Cómo afrontar esa situación, si la agroindustria nacional y estatal están desmanteladas, al carecer los pequeños agroindustriales de los apoyos gubernamentales necesarios para el sostenimiento de sus plantas?—, se le cuestionó.



—Pues ese es el asunto. A mí me preocupa que todo se vaya a tratar de resolver en el escritorio otra vez, en donde 3, 4 ó 5 sabios digan cómo debe ser la política agropecuaria nacional, sin consultar a los verdaderos productores, a las diferentes regiones, sin tener un planteamiento a largo plazo donde los que conocen de primera mano estos aspectos tomen las decisiones y no sólo el Gobierno—, aseveró.

Asimismo, subrayó que el gran problema es que se vuelven modas sexenales y ejemplificó: “ahora vamos a regalar fertilizantes, ahora vamos a venderlos; aunque mejor vamos a importarlos, no, ¿saben qué?, vamos a producirlos. Eso no sirve, tiene que haber una estrategia integral que permita al país dar frente a la competencia internacional y a la propia demanda.

Fue clara su preocupación en este aspecto, porque en los próximos 30 años la población crecerá a nivel mundial en 2 mil millones de personas y en México, se estima que pasemos de 120 millones a 155 millones de habitantes, es decir, más población que alimentar y si no se cambian de fondo los intereses políticos que están detrás de todo el proceso de la producción nacional, simple y sencillamente nos va a faltar comida.