Primer Lugar. Categoría Fachada, Modalidad Particular. Calle Rébsamen
¡El turno ahora es de Don Ramón! Muy nombrado y renombrado Don Ramón de la Torre, creador de toda una florida casa en calle de Rébsamen. La construyó poco a poco, con sus propias manos, las de su esposa María de Jesús e hijos. Juntos crearon un vergel y hoy por hoy suman 800 plantas distribuidas en azoteas, balcones, patios y escaleras.
Están por todos lados y allí las riegan, cuidan y multiplican. Al frente de su banqueta, dos jardineras rectangulares con variadas plantas, arbustos, y un ficus en forma de pavorreal en cada extremo.
En la pared cubierta de monedita, al pie de la puerta de entrada, se recarga un vetusto y torcido tronco de buganvilia que libra la cornisa buscando luz y extiende sus numerosas ramas hacia el centro de la banqueta donde se entrelaza con otra buganvilia que viene de una jardinera formando un arco alto, fresco, cubierto con flores color fucsia.
Todo un túnel natural remata con grandes macetones de gardenias, tulipanes, maiceras y galateas. ¡Qué fachada! Zacatecanos de nacimiento y xalapeños por tradición, Don Ramón y Doña María, invitados por el ingeniero Yoshida, arribaron a esta capital hace 51 años para administrar la Finca de las Cruces –hoy Fraccionamiento Santa Rosa. Después trabajó con Don Justo, la Cruz Roja, el servicio urbano y por último en el CBTIS de Xalapa de 1976 al 2008, de donde se jubiló. Allí Don Ramón se hizo jardinero: sembró cipreses y liquidámbares que siguen en pie, enseñó a plantar árboles a varias generaciones de estudiantes.
Otro testimonio de su compromiso con la naturaleza es el Jardín de Niños Rosario Castellanos al que donó varios ficus que cuidó hasta que “pegaron”. Gardenias, anturios, buganvilias, capotes, margaritas, cuna de moisés, azaleas, flor de mayo, huele de noche, orquídeas, copa de oro, floricundios y cuarenta rosales comparten espacio con palmas y cactus, nopales, maguey, dólar, patas de elefante, “orejas de burro”, “lengua de pájaro”.
Estas azoteas son precursoras de las hoy, azoteas verdes, donde también cultiva mini naranjas, piña, limones, moras, cerezos y guayabas de ornato. No podían faltar los chiles: de cera, de árbol, chilpaya y las hierbas de olor: hierbabuena, “hierba maistra”, romero y epazote. Don Ramón crea muchas de sus macetas: corta los extremos de calentadores de leña y los pinta con colores alegres, corta “el copete” a botellones de agua para ocupar la parte inferior, forra macetas de barro con cemento y piedras de río a las que pinta caritas de gatos o ratones dejando ver algo de su espíritu infantil y nuevo.
Don Ramón sabe de tierras áridas y sequías, ama al
Veracruz pródigo
donde todo se da, por lo que decide, junto con su familia, quedarse en Xalapa para vivir y dejar su huella fértil. ¡Yo quiero más veracruzanos de estos! Comentarios:
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