Más que preocuparnos porque Camilo Mouriño, nuevo Secretario de Gobernación, sea español o “tlaxcalteca”, nos debe preocupar que con él llega el autoritarismo y el juego no limpio en el gobierno de Felipe Calderón, así como será el impulsor de la reforma energética que enfrentará a la izquierda con la derecha mexicana, dijo el historiador e investigador, Lorenzo Meyer Cosío.
En entrevista previa a que dictara la conferencia “La democracia en México, sus raíces grandes y sus problemas fuertes”, refirió que lo de la nacionalidad del nuevo Secretario de Gobernación es superficial, “es la parte folklórica, la picaresca política. Pero no es ahí donde debemos poner acento, debemos ponerlo en la naturaleza del personaje”.
El miembro del Colegio de México puntualizó que se debe poner atención a la clase social de la procede, los negocios de la familia y la experiencia de Mouriño en el mundo político, “ahí están las variables y la peligrosidad”.
Y aunque dijo que la Secretaría de Gobernación ya no tiene capacidad de control que antes poseía, hay lo suficiente para producir algo positivo o negativo, “el personaje es joven y no ha tenido biografía que lo sitúe con bases sociales propias, más que la relación con Felipe Calderón”.
Así, la naturaleza del personaje es una que tiende más a lo autoritario y al juego no limpio, “porque si uno de los que dirigieron la campaña de calderón, que finalmente llega por apenas un margen estrecho, se debe a una campaña de miedo, de guerra sucia, ahí está la muestra de quien es él, de quién es Calderón, quién es su círculo interno”.
El académico consideró que a 70 años de la Expropiación petrolera, la Reforma Energética será lo que más distinga a la izquierda y a la derecha, esa es la línea que separa hoy, “ahorita es PEMEX, energía, muchos millones de dólares, pesos y es parte de una historia política de México, es parte central del nacionalismo mexicano que se quiere desmantelar, se quiere desmantelar para hacer otro tipo de México”.
Este desmantelamiento tiene un origen tecnócrata- salinismo, quienes eran economistas y “tenían un conjunto de principios, acuerdo de Washington, del neoliberalismo, aquí hay algunos de esos, Mouriño que es economista, pero los del salinismo tenían doctorado, por lo menos y estos tienen como Mouriño, relación directa con el mundo real de los negocios y de las empresas”.