Denuncian abusos y cuotas en CERESO de Poza Rica; señalan a Director

Familiares de internos en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Poza Rica denunciaron supuestas arbitrariedades que ordena el director del penal, Antonio Huesca Flores, como excesivos cobros de productos y alimentos que deben consumir al interior, uso de servicios para el baño y dónde dormir; al no pagar, los internos sufren las consecuencias.

Los presuntos agraviados pidieron ocultar su identidad por temor a represalias contra sus familiares internos. Advirtieron que pese a que tiene conocimiento la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la situación se mantiene contra la economía y la integridad de los que pagan condenas.

Se quejan porque, además de pagar gastos jurídicos de los procesos individuales de los internos, también se les prepara comida para evitar que gasten, pero desde hace dos meses que tomó el mando el director, no cualquiera puede pasar los platillos que le preparan a sus familiares.



Aseguran que estos alimentos que “no pasan” por los custodios son por órdenes del director Antonio Huesca, y a quien le interese que ingresen debe pagar cuotas entre 200 a 300 pesos. Si no pagan, los alimentos son tirados a la basura.

En cuanto a uso de dormitorios, los costos oscilan por 10 mil pesos para que el interno pueda ocupar la cama individual de alguna litera. Sobre el uso del baño, deben pagar 50 pesos semanales para hacer sus necesidades fisiológicas.



Entre 200 a 500 pesos por semana tienen que aportar los familiares para apoyar a los internos, con tal de que no sufran consecuencias, ya que al no pagar completo o adeudar, aseguran que son tratados con violencia.

Señalaron que Huesca Flores tiene dos meses de haber tomado el mando del CERESO, y con sus antecesores no habían tenido problemas pues eran tratados con respeto.

Cabe mencionar que en días pasados, el delegado regional de Derechos Humanos, Tonatiuh Hernández Sarmiento, dijo que ya se tenía una queja formal por familiares de internos del CERESO ya que se le prohibía que ingresaran sus seres queridos o que recibieran alimentos o cualquier otro producto, por lo cual se encontraba en investigación.