El rostro de Ignacio Córdoba, conocido en el mundo del activismo radical como “El Bruthal Death”, se ha convertido en el epicentro de una nueva tensión entre autoridades y colectivos sociales en Xalapa. Todo comenzó este jueves, cuando un grupo de luchadores sociales y activistas urbanos protagonizó una jornada de protesta que rápidamente escaló en violencia: pintas, cristales rotos y una motocicleta ardiendo frente a la sede estatal del PRI.
No tardaron en huir. Pero en medio del caos, uno no regresó. Según los mismos manifestantes, Córdoba fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en plena retirada. Desde entonces, nadie ha vuelto a saber de él.
Los activistas aseguran que, tras la manifestación, se dirigieron al cuartel “Heriberto Jara Corona”, mejor conocido como San José. Allí, el personal de guardia negó categóricamente que Ignacio Córdova estuviera bajo custodia. Sin embargo, una llamada al 911 contradijo esa versión: del otro lado del teléfono, una voz confirmó que Córdova había sido detenido.
La contradicción encendió las alarmas. En respuesta, los colectivos convocaron a una concentración frente al cuartel de San José, exigiendo la inmediata presentación con vida de su compañero. Comenzaron a llegar y cerraron la calle de Aldama frente a la entrada principal del Cuartel San José protestando y exigiendo que su compañero “El Bruthal Death”, aparezca.
Las autoridades, por su parte, han mantenido un mutismo absoluto. No hay comunicado, no hay versión oficial. Solo un vacío inquietante que se extiende con el paso de las horas.
Lo que empezó como una protesta virulenta ha mutado en una exigencia desesperada: ¿Dónde está Ignacio Córdoba?
La ausencia de respuesta oficial y la opacidad con la que se ha manejado la detención han despertado nuevas tensiones en Xalapa. Hoy, los colectivos se enfrentan no solo a una estructura represiva, sino a un sistema que parece especializado en desaparecer a quienes incomodan.