La Laguna de Chirimoyo enfrenta una crisis ambiental debido al vertido de aguas negras provenientes de Mariano Escobedo, lo que ha generado un deterioro significativo del ecosistema y afectaciones en la salud de los habitantes de la zona.
Desde octubre del año pasado, los vecinos han denunciado la presencia de un fuerte olor y el crecimiento incontrolado del lirio acuático.
Laura Bonilla, bióloga del Programa de Aves Urbanas de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), explicó que el drenaje clandestino ha provocado la muerte de varias especies y la contaminación del agua. “El problema es que el drenaje sigue activo, y si no se soluciona pronto, el daño será fuerte”, advirtió Bonilla.
Por su parte, Luis Andrade Cortés, especialista en biodiversidad, alertó a su vez sobre el impacto que tendrá la contaminación en la temporada de sequía y urgió a las autoridades a actuar de inmediato.
El 15 de febrero, durante el Festival de las Aves de la Laguna de Chirimoyo, los activistas esperan llamar la atención de los gobiernos municipales para lograr una respuesta efectiva.
Los vecinos insisten en que sólo con el compromiso de las autoridades se podrá recuperar este valioso ecosistema.
Cabe recordar que el pasado jueves se anunció la firma de un convenio entre las autoridades de Mariano Escobedo y Orizaba para tomar medidas inmediatas para evitar la contaminación del humedal del Chirimoyo, pero el síndico de ese municipio nunca se presentó.