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Sección: Estado de Veracruz

Desde hace 10 años, luchan para rescatar Laguna de Tampamachoco, en Tuxpan

Ecologistas, expertos y pobladores restauran zona de mangle; buscan recuperar 100 hectáreas

De la Redacción Tuxpan, Ver. 11/03/2021

alcalorpolitico.com


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Con un proyecto que inició hace diez años, la zona de mangle de la Laguna de Tampamachoco comienza a recuperarse, luego de daños ocasionados por efectos naturales. A la titánica labor se suman ecologistas, expertos y pobladores de localidades cercanas.

La meta es restaurar 100 hectáreas, afectadas por la interrupción de flujos de agua, que, al estancarse y evaporarse, incrementó la salinidad tres veces arriba del agua del mar, explicó la doctora Ana Laura Lara Domínguez, investigadora titular del Instituto de Ecología A. C.

“El proyecto se denomina Manglares del Golfo de México, Estrategias de restauración hidráulica forestal en 100 hectáreas en los manglares asociados a la barra de la Central Termoeléctrica Adolfo López Mateos-Laguna de Tampamachoco, Tuxpan, Veracruz y ahora está siendo apoyado por la CONAFOR (Comisión Nacional Forestal)”, expuso en entrevista.



La bióloga, con doctorado por la Philosophy in the Department of Oceanography and Coastal Sciences, Louisiana State University, detalló que los manglares viven en agua salada pero toleran un máximo de dos veces la salinidad del mar. Cuando se incrementa, como en este caso, mueren.

Además, el estancamiento del agua provoca que el oxígeno se agote completamente y entonces, las raíces ya no pueden respirar; además, por estas condiciones sin oxígeno puede haber ciertas reacciones y producir sustancias tóxicas que para las raíces resultan tóxicas, abundó.

Resumió que, tanto por la salinidad elevada como la falta de oxígeno, se induce a una mortandad masiva, tanto que en el año 2005 sumaban casi 30 hectáreas de mangle muerto, por lo que era necesario hacer algo y revertir el daño.



Por ello, el Instituto de Ecología inició actividades en el 2011, primero con un diagnóstico y luego con diseños de estrategias de restauración y recuperación, añadió la investigadora, con maestría en Ciencias del Mar.

Lara Domínguez destacó que a estos esfuerzos se sumó recientemente la Administración Portuaria Integral de Tuxpan (APITUX), con la donación de más de 2 mil 400 plantas de manglar rojo el pasado 26 de febrero.

“El proyecto se inició en 2011 y logramos conectar las áreas estancadas que teníamos y que estaban induciendo la mortandad de los árboles; con esto se logró permitir que se intercambiara el agua, sin embargo, todavía tenemos algunos problemas, sobre todo de dispersión de propágulos y dispersión del agua, que se seguía quedando estancada”.



“Y en 2019, con el proyecto con CONAFOR, que es el que llevamos actualmente a cabo, se abrieron y se construyeron 3 mil metros de canales para conectar la laguna de Tampamachoco con las áreas muertas de manglar y, de esta manera, ayudamos a tener el efecto de marea, que iba a hacer que entrara y saliera agua, evitando que se volviera a estancar”.

“Además, con el manglar que se había muerto, todas las raíces hicieron que se colapsara o que se hundiera al suelo. Se tuvieron que construir alrededor de 750 montículos de 5 metros de diámetro y de 30 a 40 centímetros de altura, para que ahí pudiéramos sembrar alrededor de 30 plantas de manglar en cada uno pero con la dispersión natural de las semillas o propágulos de los manglares, se empezaron a acumular y a quedarse en estos montículos y hemos registrado hasta mil plantas en cada montículo”.

“Nuestros resultados hasta el momento es que ya tenemos abiertos los canales y están funcionando muy bien, no se han interrumpido la conexión entre la laguna y los manglares y fluye muy bien con el efecto de la marea”.



“La sobrevivencia de nuestras plantas sembradas ha sido calificado por la CONAFOR y es del 94%. Las plántulas que donó Apitux las estamos aclimatando y una vez que se logre las podremos sembrar a lo largo de estos 3 mil metros de canal que tenemos, para evitar que se erosionen”, refirió la doctora Ana Laura Lara.

Agregó que en la labor se ha contado con la colaboración de pobladores de las comunidades Barra de Galindo y ejido San Antonio, a quienes se les denomina restauradores, porque son quienes han ayudado a llevar a cabo todas estas acciones. “Ahora con la donación de Apitux, vamos sumando al proyecto para tener muy buenos resultados”.

La especialista precisó que los manglares son muy importantes, pues están a la orilla de las lagunas costeras y protegen a las comunidades que están alrededor contra los efectos de mareas, marejadas, huracanes y nortes, además de que evitan la erosión en las playas.



Asimismo, dijo, son refugio de plantas y especies que luego son de importancia comercial, como el camarón y el robalo, que entran a estas lagunas costeras porque tienen disponibilidad de alimento con organismos que, a su vez, viven de las hojas que caen de los árboles.

“Todo se va acumulando y representa alimento para los diferentes organismos que luego se los van a comer, tanto los camarones, como los caracoles y los peces, que, cuando salen al mar tienen un tamaño adecuado para ser capturados y de esta manera lleguen a nuestra mesa”, concluyó.